Los años de la crisis y de los consiguientes recortes en las administraciones públicas han pasado factura también a las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han visto como se ha recortado de manera significativa el número de efectivos disponibles en los cuarteles y comisarías tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil.

En la provincia de Pontevedra esta reducción en el número de efectivos fue de un total de 215 agentes entre los años 2011 y 2017, entre miembros del Instituto Armado y de la Policía Nacional.

Sin duda, el Cuerpo Nacional de Policía es el que más está sufriendo estos recortes en materia de personal. De los 215 agentes menos que hay en Galicia, la mayoría aplastante son policías nacionales, un total de 143 menos que en 2011. Esto significa un descenso del 11% en el número de efectivos disponibles en las comisarías de la provincia frente a los primeros años de la crisis. Nunca, la cifra de hombres disponibles para la Policía Nacional en la provincia (un total de 1.061) había sido tan baja desde ese mismo año 2011, cuando estaban en activo 1.204 agentes.

La pérdida de recursos humanos es menor entre las filas de la Guardia Civil, al menos sobre el papel. A 31 de diciembre de 2011 el Instituto Armado contaba en la provincia con 1.685 agentes que a 31 de diciembre del pasado año habían menguado hasta los 1.613 efectivos. Es decir, un 4,2 % menos de plantilla.

Los datos los aporta el propio Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria realizada por el diputado socialista Miguel Ángel Heredia y aclara que incluye las situaciones administrativas de activo, segunda actividad con destino y alumnos en prácticas.

El propio Gobierno reconocía no hace muchos meses que en lo que respecta a la Policía Nacional había en la provincia de Pontevedra un déficit del 9,3% (109 puestos sin cubrir de un total 1.172), mientras que en la Guardia Civil reducía este porcentaje a un 4%, con la necesidad de cubrir 69 vacantes.

Esta mengua de las plantillas policiales ha venido siendo motivo de crítica de forma constante en los últimos años especialmente por parte de los sindicatos de la Policía Nacional que hablan de una situación "límite" especialmente en las Comisarías de la provincia de Pontevedra. El SUP, por ejemplo, denunció en más de una ocasión que el déficit de cerca de 43 vacantes solo en la Comisaría de la ciudad de Pontevedra hizo que hubiera "momentos en los que a duras penas se podía sacar a la calle un Z", es decir, un vehículo patrulla rotulado.

Lo mismo señalan desde la Unión Federal de Policía, que cifra en un 30% la falta de personal en la Comisaría de la capital de la provincia.

Las necesidades son si cabe todavía mayores en Marín o Vilagarcía, en donde aseguran que los agentes se ven obligados en determinados momentos a "cerrar" las comisarías para salir con el coche patrulla a atender cualquier tipo de emergencia, según indican desde la UFP.

Además, los sindicatos se quejan de cierto "maltrato" hacia las comisarías gallegas en los últimos concursos de traslados e insisten en que buena parte de la carestía de medios humanos que padecen las comisarías del norte de la provincia podría combatirse de forma eficaz con la creación de una Unidad de Prevención y Reacción que atendiese a Pontevedra, Marín y Vilagarcía.

Mientras tanto, las maltrechas plantillas esperan a que se puedan producir las primeras incorporaciones de las 3.300 nuevas plazas de policías anunciadas para toda España por el Gobierno el pasado año y cuyos primeros agentes en prácticas se incorporarían este mismo año, después de unos ejercicios con apenas oferta de empleo público para las Fuerzas de Seguridad.