A Estrada, Lalín, Forcarei y Cerdedo figuran en el listado de municipios de la Xunta en los que este año se abonarán los daños de ataques de lobo a ganado un 30% más de lo que marca el baremo que rige las indemnizaciones. Y no es para menos, porque desde 2010 estos cuatro concellos concentran 882 de las 1.070 reses que murieron por un ataque de lobo. Según los datos que facilita la Consellería de Medio Ambiente, en lo que va de década, de ese más de millar de reses perdidas, más de la mitad, 546, se concentran solo en el municipio de A Estrada, mientras que 125 perecieron en Lalín, 118 en Cerdedo-Cotobade y 93 en Forcarei.
En el resto de municipios los ataques de lobo dejaron menos secuelas: 74 animales muertos en Rodeiro, 33 en Vila de Cruces, 31 en Silleda, 26 en Agolada y 24 en Dozón. El número de avisos, como es obvio, no coincide con el número de ganadería perdida: entre 2010 y 2016 Medio Ambiente recibió 436 alertas por ataques de lobo, y en esta lista de nuevo A Estrada se coloca a la cabeza, con 228 avisos, secundada por Cerdedo-Cotobade (con 60) y Lalín (con 55). Por debajo del medio centenar de alertas se coloca el resto de ayuntamientos: Forcarei registra 27, frente a las 18 de Rodeiro y las 16 de Agolada. Desde Vila de Cruces se dio aviso de 14 ataques, desde Silleda, de 11 y Dozón cierra la lista con 7.
Resulta interesante ver la evolución de las denuncias por ataques de lobo año tras año. En 2010 Medio Ambiente recibió 61 alertas por la muerte de 170 reses. En una tónica que se va a mantener en los seis años siguientes, A Estrada encabeza el número de avisos (25) y también de reses afectadas (59). Podríamos pensar que la ganadería más afectada son los caballos, asociados al municipio estradense. Pues no, tanto en éste como en los demás ejercicios las mayores pérdidas se dan, por este orden, en los rebaños de ovejas y cabras. De los 170 animales que hubo que indemnizar, 144 son ovejas, otros 12 vacas, 9 cabras y 5 caballos. Rodeiro fue, ese año, el segundo municipio con más ganado afectado, con 39 animales muertos, seguido por los 19 de Dozón.
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Entre 2011 y 2013 logró contenerse el volumen de incursiones del lobo en la cabaña ganadera. En 2011 Medio Ambiente tramitó indemnizaciones de 93 reses, tras recibir 34 avisos, de modo que las cifras caen casi a la mitad en comparación con 2010. El descenso de animales muertos se da en todo los municipios, de modo que la cifra más alta, 29, pertenece a Estrada, seguida por Cerdedo y Lalín, con 15 cada uno. Agolada, por ejemplo, no tuvo ningún ataque registrado, y tampoco lo tendría en 2012. En ese ejercicio los daños volverían a bajar, con 40 alertas y 86 reses muertas. Por tipo de animales, se mantiene la tónica: en 2011 fueron 62 ovejas, 16 vacas, 11 cabras y 4 caballos, que en 2012 pasarían a ser 45 ovejas, 21 vacas, y 10 ejemplares tanto de cabras como de caballos.
Como decíamos, el ejercicio de 2013 marca un punto de inflexión. Es, en lo que va de década, el de mejores resultados: tan sólo 31 avisos y 51 animales muertos. Hay municipios como Dozón, Silleda y Vila de Cruces , que no registran daños ante la Consellería de Medio Ambiente. Además, solo A Estrada y Lalín rebasan la decena de animales muertos (con 19 y 13 casos, respectivamente). Por tipo de ganado, las pérdidas en las dos comarcas en este periodo se traducen en 22 ovejas, 20 vacas y 9 caballos.
