Pontevedra fue la ciudad gallega (de entre las 13 de más de 30.000 habitantes) en la que más descendieron los índices de criminalidad a lo largo del primer trimestre del año, según los datos difundidos ayer por el Ministerio del Interior. En el municipio se registraron entre enero y marzo un total de 675 infracciones penales, lo que supone un descenso de un 13,4% con respecto al mismo periodo del año anterior, el porcentaje más elevado de toda la comunidad autónoma. El segundo ayuntamiento con mejores datos en Galicia es Narón, con un descenso de la criminalidad de un 6%. En el lado opuesto se sitúa Arteixo, con un aumento de las infracciones penales del 22%.

La evolución en la ciudad del Lérez es también muy positiva si se compara con la media provincial, gallega y estatal. En el conjunto del territorio pontevedrés el descenso de la criminalidad fue de un 6,6 por ciento, frente al 13,4% del municipio capitalino. En Galicia la criminalidad creció un 0,1% y en el conjunto del Estado el aumento fue de un 1,6%.

Además, hay que enmarcar estas cifras en el conjunto de la comunidad autónoma que se sitúa como la cuarta comunidad más segura del Estado con una tasa de 27,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, 16,7 puntos por debajo de la media estatal.

En cuanto a los delitos más graves, los primeros tres meses del año volvieron a transcurrir sin que se produjesen homicidios o asesinatos ni consumados ni en grado de tentativa y los delitos de lesiones y riña tumultuaria se redujeron de 6 a 2. Tampoco se produjeron secuestros y los delitos contra la libertad e indemnidad sexual pasaron de 5 denuncias en el mismo periodo de 2017 a solo 2 en este inicio de 2018. Con todo, el punto negro dentro de los delitos de mayor gravedad hay que situarlo en una denuncia por agresión sexual con penetración que se registró en este primer trimestre en Pontevedra (fueron 3 en toda la provincia). Según los datos de Interior, el resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual descendieron de 5 a tan solo 1 en estos primeros tres meses del año.

Otra de las cifras que empaña este descenso generalizado de la criminalidad es el importante repunte de los robos con violencia e intimidación. Se produjeron un total de 19 denuncias en el municipio entre enero y marzo, cuando en 2017 la cifra a estas mismas alturas había sido de tan solo 7, es decir más del doble.

Frente a lo que habitualmente se conoce como asaltos callejeros con violencia o intimidación, la noticia positiva está, otra vez, en el abultado descenso de los robos con fuerza en el interior de todo tipo de establecimientos y también en las viviendas. En total, se denunciaron un total de 38 robos en todo tipo de inmuebles y establecimientos, frente a los 78 del mismo periodo de 2017. Esto supone un descenso de más del doble, un 51%.

La caída también existe, aunque es mucho menor, si solo se tienen en cuenta los domicilios. Esto es, se pasó de 32 denuncias de robos en pisos y casas entre enero y marzo del pasado ejercicio a las 29 de este comienzo de 2018 (un 9,4% menos). En cualquier caso, se mantiene la tendencia a la baja en el robo en viviendas que ya se registró el pasado año a pesar de repuntes puntuales como la oleada que se vivió en otoño pasado en el rural y que se atribuye, probablemente, a la visita de un grupo itinerante.

Hurtos "amorosos"

Un 31% de las infracciones penales que se producen en Pontevedra tienen que ver con los pequeños hurtos y robos. En los tres primeros meses del año se produjeron un total de 213 en la ciudad de Pontevedra, lo que supone un descenso del 23% con respecto al anterior ejercicio. La tendencia es positiva pero desde la Comisaría insisten en la necesidad de no bajar la guardia para no ser víctimas de los hábiles descuideros, especialmente de los expertos en los hurtos amorosos o del abrazo, uno de los más repetidos en Pontevedra.