Los fenómenos migratorios han supuesto que en diez años las comarcas recibiesen 372 ciudadanos extranjeros más para totalizar, según los datos del pasado ejercicio, un total de 2.143. La mayor parte -352- llegaron a Lalín, mientras que A Estrada cuenta ahora con 61 a mayores y Silleda, una veintena. Los demás concellos, por el contrario, pierden extranjeros y Vila de Cruces, por ejemplo, concentra 36 menos que diez años atrás. En Rodeiro son ocho menos, cinco en Agolada, uno en Dozón y tres en Forcarei. En Cerdedo-Cotobade tomamos como referencia los foráneos de diez años atrás con ambos concellos como administraciones diferentes y el balance es de una pérdida de ocho vecinos de otras nacionalidades. Sin duda destaca el salto de inmigrantes experimentado por Lalín en este tiempo, una vez que de los 736 iniciales pasó a rebasar claramente el millar.

Si nos ceñimos a los datos absolutos de población extranjera en los nueve municipios de las dos comarcas, los europeos abarcan la mitad al sumar 1.075 de los 2.143 inmigrantes que residen en la zona. Los 408 africanos representan el 19%, por debajo de los 589 (27,4) de los ciudadanos de distintas nacionalidades del continente americano. Por último, la mayor parte de los 70 asiáticos que tienen su lugar de residencia en las comarcas son de nacionalidad china.