Vila de Cruces puede presumir de disponer de una de las páginas web más accesibles de los municipios dezanos. Desde hace tiempo cuenta con una sede electrónica en la que se pueden consultar los procesos de contratación de obras y servicios, así como determinados documentos relacionados con la incorporación de personal o concursos. Es cierto que falta transparencia en cuestiones como los sueldos de los altos cargos o el patrimonio de los ediles que conforman la corporación, pero sí se va por delante de los municipios vecinos en cuestiones como la participación ciudadana. Al menos a la hora de avisar de incidencias que no puede gestionar el 112, pero que afectan sobre todo a los departamentos de obras y servicios, medio ambiente o medio rural.
Hace un año, y a través de la plataforma emerxia.gal, Vila de Cruces cuenta en su página de inicio con un acceso directo a la sección "Informar de incidencias". Los usuarios pueden utilizarla para, tras seleccionar la parroquia y la aldea, indicar qué tipo de percance han detectado, entre una docena de categorías: iluminación; jardinería; alcantarillado; aceras; basura; carreteras; desbroces; mobiliario; parques; señalización y avispa asiática. Cabe la posibilidad de completar la información con una breve descripción de la incidencia y una fotografía de la misma. El usuario ha de facilitar, además, su nombre y apellidos, su número de teléfono el DNI y una dirección de correo electrónico.
La idea es excelente, pero tendría una mejor acogida en un municipio con una población más joven y más habituada a manejar las nuevas tecnologías. El edil de Obras e Servizos, y además responsable de Protección Civil, Andrés Lareu, reconoce que esta plataforma "se usó algo al principio, pero no terminó de cuajar. Tendríamos como tres o cuatro alertas", apunta. Lareu es consciente de que los vecinos, en su gran mayoría, prefieren el sistema tradicional de llamar directamente al concejal responsable de área (o incluso al que sea vecino de su parroquia) o de presentar la queja en el consistorio, ya sea en persona o también por vía telefónica.
Entre las últimas alertas que recibió el Concello, por el sistema tradicional de llamada telefónica, fue el progresivo desplome de un poste de telefonía en el lugar de Camanceiros, en Camanzo. El poste se colocó sobre una antigua mina de agua que, debido a las lluvias de este invierno, está empezando a ceder. Semanas atrás ya se alertó también a Telefónica, pero de momento la empresa se limitó a enviar a unos técnicos. Los vecinos temen que el poste termine cayendo y cause daños en las viviendas más cercanas.
