Tiene unos 130 años y su nombre se debe al topónimo de la parroquia estradense de Arca. Supera los 23 metros de altura. Está en una finca conocida como Gómez Baliño y la presencia e implantación de esta conífera están ligadas a Juan Baliño Rivas (1867-1962), conocido escultor nacido en la residencia familiar. Parte de su obra está en el Pazo de Lourizán.