Seis de los diez primeros municipios de la provincia con una población con edades medias más altas corresponden a Deza y Tabeirós-Montes. Las dos comarcas, sobre todo los concellos más pequeños, cumplen los requisitos de un territorio del interior gallego en los que el envejecimiento poblacional es una de sus señas de identidad y así se puede comprobar en el transcurso de los últimos años. Además de ver como sus censos se recortan de una manera constante, los datos del pasado ejercicio evidencian que la población de la zona envejece cada vez más y ni el relevo generacional es capaz de frenar un fenómeno que, también, amenaza seriamente la subsistencia a medio plazo de algunos ayuntamientos como entidades territoriales propias.
En el denso análisis que el Instituto Galego de Estatística (IGE) publicó ayer referido a los denominados indicadores demográficos se valoran múltiples variables como las edades medias de todos y cada uno de los municipios de la comunidad autónoma. Si nos ceñimos a los concellos de la provincia, Forcarei encabeza un ranking en el que hasta otros cinco municipios de la zona muestran unos promedios de población con más edad. En todos los casos está por encima de los 50 años. La edad media de los forcaricenses es de 56,34 años; casi idéntica a los 56,22 de Agolada, el segundo municipio de la provincia con este promedio más elevado. Tras Covelo y Crecente aparece Dozón, con una media de edad de sus poco más de un millar de vecinos de 55,59 años. A continuación está Rodeiro (54,3), Cerdedo-Cotobade (52,8) y, después de A Lama y Arbo, Vila de Cruces es el décimo concello de la provincia con una población más envejecida, una vez que el promedio se coloca en los 52,32 años.
Los tres ayuntamientos de las comarcas más poblados son los que muestran unos resultados más positivos en este listado. Con todo los 48,1 años de media de los estradenses colocan a la capital de Tabeirós como el décimo noveno municipio de la provincia con un censo ciudadano de más edad. En la posición 22 está Lalín (47,7 años), mientras que en la vigésimo cuarta figura Silleda, donde el promedio de edad de sus ciudadanos es de 47,4 años. Es decir, observando esta tabla, en la provincia hay en torno a cuarenta concellos con una población más joven que la capital trasdezana, que es, en la zona, la que tiene un censo menos envejecido. Gondomar, Soutomaior, O Porriño, Ponteareas y Salceda de Caselas son los cinco con mejores perspectivas en este sentido.
De este estudio también se pueden sacar otras concusiones interesantes para entender ciertos fenómenos demográficos. Cabe recordar que según el último dato del padrón municipal de 1 de enero de este año, solo Lalín y Dozón, en las comarcas, ganaron vecinos en los últimos doce meses.
Los datos absolutos indican que el 34% de los ciudadanos de Deza y Tabeirós-Montes tiene más de 65 años y menos del 11% están por debajo de los 20. Respecto a las personas en edad de jubilación, las comarcas casi duplican la media provincial. Entre los mayores de 65 años destaca Forcarei, con el 43% de su censo, Agolada (39,7) o Dozón (38,7). En el otro extremo aparecen Lalín y Silleda, donde los jubilados suponen el 26 y el 26,4% respectivamente. En el caso de A Estrada esta proporción se va hasta cerca de tres de cada diez habitantes.
Por otro lado podemos ver cuáles son los territorios de las comarcas con los porcentajes de población con personas menores de 20 años más representativos. En este caso las dos capitales y Silleda muestran unos indicadores muy parejos al contar con casi el 15% de vecinos por debajo de la citada franja de edad. Esta proporción caen en Vila de Cruces hasta el 11% y salvo en Cerdedo-Cotobade (10,6) en el resto de municipios de la zona ninguno alcanza este porcentaje. En Dozón, por ejemplo, solamente siete de cada cien residentes tiene menos de 20 años y en Rodeiro y Forcarei son, en ambos casos, el 8,5% de su padrón municipal.
