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Cascaxide, nuevo espacio cultural de Trasdeza

Lucía Espinosa y Jaime Sacristán promueven la revitalización del pazo silledense abriéndolo a diferentes eventos artísticos

Jaime Sacristán (centro) posa con dos amigos delante del Pazo de Cascaxide, en Silleda.

Jaime Sacristán Carbajal es un joven emprendedor que quiere hacer realidad el sueño de continuar con la tradición empresarial de la familia de su padre, Antonio Sacristán y Moreno. Para ello, en compañía de la esposa de su progenitor, Lucía Espinosa Borrego, quiere poner en marcha un ambicioso proyecto de revitalización del Pazo de Cascaxide, heredado por Espinosa, la emblemática construcción civil situada en la parroquia silledense de Escuadro. "Todo parte de que Lucía cuando hereda el pazo en malas condiciones decide invertir en él para devolverle algo de su pasado esplendoroso y, sobre todo, buscarle una actividad y una explotación", recuerda Sacristán. El joven señala que "yo estaba trabajando en un banco, aquí en Madrid, y la posibilidad surgió en conversaciones en comidas familiares", siendo poco después cuando la iniciativa comienza a tomar forma.

"Empezamos el proyecto con la idea de comercializar una ginebra cien por cien gallega, con botánicos en el pazo, y una producción muy pequeña. La va a producir un productor de O Carballiño y se empezará a distribuir en Galicia. En principio queríamos que la botella la diseñase también un artista gallego, y la obra con la que se va a decorar la botella es de una pintora madrileña. Va a ser la primera ginebra vinculada con el arte", explica sin ocultar su entusiasmo el joven emprendedor vinculado al pazo trasdezano. Jaime Sacristán ya cuenta los días para poder presentar en sociedad la nueva ginebra con raíces trasdezanas en el marco incomparable de la construcción que se comenzó a construir en el siglo XVII, y cuyo remate se produjo ya en el siglo XVIII. El deseo tanto de Jaime Sacristán como de Lucía Espinosa es poder preparar un acto lo antes posible, que esté a la altura del producto, y en el que poder darlo a conocer al mayor número de personas.

La comercialización de la nueva ginebra dará paso a otras actividades en el Pazo de Cascaxide. "Sería el punto de partida para realizar colaboraciones con el mundo artístico, ya sea con pintores, escultores, músicos o grafiteros", añade Sacristán. El joven empresario extrabajador de banca también desvela que "habíamos planteado, por ejemplo, con la concejala de Cultura de Silleda y con determinados artistas con los que también habíamos hablado el poder hacer jornadas de puertas abiertas para los artistas", donde el entorno podría facilitar la inspiración de los creadores. Sacristán también destaca que "el pazo está prácticamente reformado, aunque queda aún alguna mala hierba en la zona del huerto. El problema es, como sabes, el bosque de los alrededores, donde se talaron árboles centenarios, y eso no crece de un día para otro. Sigue siendo un bosque muy bonito, pero no es tan tupido como antes, desgraciadamente". Y concluye anunciando que "hemos plantado olivos. Según cuentan algunas fuentes históricas, en la época de Isabel la Católica se arrancaron los olivos de Galicia como castigo por enfrentarse a la corona, y por eso no hay olivos allí. Los expertos dicen que el caldo de cultivo es bueno para los olivos, y por eso nos decidimos a plantarlos en la propiedad".

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