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Juan Rivadulla: "Habría que leer con mucha paciencia la letra pequeña de las páginas web de viajes"

El estradense dirige una entidad que busca dar fuerza a un sector castigado por el intrusismo y la crisis

Juan Rivadulla, en la oficina de su agencia de viajes en A Estrada. // Bernabé/J. Carlos Asorey

-¿Cómo ve el sector del turismo en A Estrada?

-A todos no interesa que haya una atracción hacia A Estrada, algo que generaría riqueza. Nos queda sin embargo mucho en este sentido y más si nos comparamos con otros sitios. A Estrada tiene cosas que podemos vender y podemos ofrecer a los visitantes pero era necesaria más promoción y también darle un par de vueltas a muchas cosas.

-Recoge usted un viejo debate a nivel municipal.

-Es cierto pero también hay que reconocer que no es fácil atraer a la gente. Hay mucha competencia pero debemos tener en cuenta que en Galicia los números del turismo están subiendo sin parar. El Camino de Santiago es una cosa espectacular, algo fuera de lo normal. Tenemos a veinte kilómetros o a veinte minutos a miles de personas que vienen a Santiago. Con un mínimo de porcentaje de ellas que se acercasen hasta A Estrada lo agradeceríamos todos los sectores. No se está haciendo y no sé si hay intención de hacerlo pero sería algo muy importante. Estamos hablando de miles de personas y durante gran parte del año.

-¿Los estradenses viajan?

-Sí, como en todos lados. Hay épocas más fuertes que otras pero con tanta lluvia siempre buscamos sol. Muchas veces, cuando hacen una escapada lo hacen buscando un sitio en el que tengan asegurado buen clima. Se ve sin embargo mucho viaje corto, de cercanía, a lugares como Portugal o Asturias, pero todo es interesante. Lo importante, como decía antes, es que la gente viaje.

El estradense Juan Rivadulla lleva treinta años en el sector del turismo. Pasó por diferentes puestos y cargos a lo largo de su carrera pero hoy trabaja en una agencia de viajes en el centro de la villa. Su larga experiencia ha sido además clave a la hora de convertirse en el presidente de la Asociación Gallega de Agencias de Viaje, una entidad desde la que analizan y velan por el estado de un sector castigado por la crisis y que comienza de nuevo a despuntar.

-¿Desde cuándo es usted presidente de Agavi?

-Llevo aproximadamente un año como presidente. La asociación tiene sin embargo muchos años. No recuerdo exactamente cuando se fundó pero está en torno a 2003 o 2004. Yo fui además uno de los fundadores. Eran sin embargo otros tiempos, tiempos mejores, antes de la crisis. En esa época la asociación llegó a ser muy numerosa. Hubo una época en la que llegamos a tener sobre ochenta socios.

-La situación del sector cambió sin embargo con la crisis...

-Sí, la crisis afectó a todos los sectores y a todas la asociaciones pero a las agencias de viajes especialmente. Es muy conocida la frase de 'si las cosas no van bien renunciamos a las vacaciones'. Las agencias de viajes somos las primeras en recibir el impacto cuando la economía no va bien. Es además de sobra conocida la reestructuración que hubo en el sector, desde el año 2008 hasta el año 2013 o 2014, con muchas fusiones y desapariciones de grandes grupos, tipo Marsáns. Hubo además reestructuraciones y desapariciones de mayoristas. Llegaron además las compañías de bajo coste al mercado y aparecieron plataformas de todo tipo. Es un sector que se movió mucho durante los años de crisis.

-¿El auge de Internet ha traído una competencia directa a las agencias de viajes?

-No especialmente Internet. Ahora mismo sería impensable trabajar en este sector sin Internet. En el nuestro y en prácticamente todos. Este sector sin embargo favorece la aparición de cosas que no existían antes. Aparecieron por ejemplo grandes plataformas en el mercado, aunque tampoco es que nos hagan un daño directo. Nosotros vivimos de que la gente viaje y viajar tiene un componente de vicio importante. Lo que queremos todos es que la gente quiera salir. Todo lo que incite a viajar, bienvenido sea, tanto si se llama Ryanair como si se llama Booking

-¿Tienen mucho intrusismo en su sector?

-Eso sí que es un problema grave para nosotros. Es un problema porque, como en toda época de crisis, mucha gente se busca la vida como sea, sin importar las condiciones legales necesarias. En nuestro sector estamos viendo como mucha gente se dedica a organizar viajes sin estar autorizados para hacerlo. Ese es nuestro intrusismo y sí que es algo que nos hace mucho daño. Es alguien que está compitiendo en el mercado pero en condiciones más favorables porque no paga impuestos ni cumple con la legislación. El intrusismo siempre hace mucho daño, sea en el sector que sea. Luego hay otro tipo de intrusismo a más alto nivel. Son cosas que se están viendo, principalmente en las grandes ciudades, y que se centra principalmente en los alojamientos. Hay plataformas que se dedican a alquilar habitaciones en un piso de gente particular y sin cumplir con los requisitos legales.

-¿Y qué pueden hacer desde la asociación?

-Tanto unos como otros nos quita nuestro pan y debemos ser inflexibles con eso. Vamos a denunciar y perseguir todos los casos que no cumplan con la legislación vigente. Están haciendo además daño al cliente e incluso puede ser un problema para el que organiza. En la mayoría de los casos no saben los peligros que corren por organizar un viaje. Aquella persona que se pone por ejemplo a organizar un viaje en grupo a Lourdes o a Madrid se está haciendo cargo de una situación que si tiene mala suerte le puede explotar en las manos. Si sucede un accidente o algo así se puede meter en un problema que no se puede ni imaginar. Las agencias de viajes no podemos dar más garantías a nuestros clientes. Si un cliente tiene un problema en China por ejemplo tendrá un teléfono y se le soluciona el problema. Esto siempre estuvo garantizado por las agencias con un aval pero ahora ya está regulado a nivel europeo.

-La utilización sin embargo de páginas web para organizar viajes está cada día más en auge.

-Sinceramente, no tiene ninguna ventaja comprar un viaje en sitios en donde no sabes si estás cubierto. Hay que leer con paciencia la letra pequeña de las páginas web de viajes. La mayoría de las veces descubres que esa página está por ejemplo alojada en Chipre, a donde te tendrás que dirigir en caso de un conflicto con ellos. No le veo la ventaja y menos cuando no es cierto que sus precios sean menores que los de una agencia de viajes. Es cierto que nosotros vivimos de nuestro trabajo y cobramos por él pero en muchos casos lo que recibimos es mínimo en comparación con lo que le damos al cliente. El problema es que la legislación todavía no está preparada para controlar todas estas cosas.

-¿Cuál es la función principal de Agavi como asociación?

-Velamos porque el mercado se mantenga limpio. Además, damos servicios jurídicos a los asociados, ofrecemos un servicio de noticias del sector, además de gestionar cosas ante la administración. Organizamos también charlas formativas, algo necesario en un sector tan cambiante como este. Sería interesante que más agencias se uniesen, especialmente las pequeñas, de una o dos personas, que cada vez aparecen más. Debemos ser conscientes de que la unión hace la fuerza.

-¿Cuánto tiempo lleva usted en este sector?

-Yo estudié hasta tercero de Económicas pero me cansé y empecé a trabajar en esto. Tenía 20 años y ahora tengo 57, así que llevo treinta años. Tuve también experiencias en el sector de la hostelería y en la organización de ferias y eventos. Siempre todo relacionado con el turismo. Es un mundo apasionante y te engancha. A todo el mundo le gusta mirar sitios a los que ir.

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