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Población y vivienda

Lalín, A Estrada, Rodeiro y Cruces aumentan en 5 años su cifra de inmuebles residenciales

Las comarcas disponen de 41.298 viviendas, entre hogares principales, secundarios y vacíos -La despoblación hace mella en la caída de las valoraciones catastrales de Cerdedo, Agolada y Dozón, con edificaciones ruinosas

Una vista del casco urbano de Lalín, uno de los concellos con aumento de viviendas. // Bernabé/Javier Lalín

En toda la comunidad gallega se contabilizan, al cierre de 2016, un total de 1.585.909 inmuebles de uso residencial, según el informe sobre viviendas familiares que acaba de difundir la Consellería de Medio Ambiente. La cifra supone una mejoría del 0,94% en relación a los datos del ejercicio precedente y pese a que la población se encuentra en descenso. Esto se debe al incremento de demanda de vivienda no solo en ciudades como Lugo y Santiago, sino también en villas de referencia en comarcas como Verín o Foz.

Sin embargo, en el área de Deza y Tabeirós-Montes no se sigue esta dinámica. Entre 2012 y 2016, el parque de viviendas residenciales ha bajado en casi 1.800 inmuebles, para quedarse en los 41.298 debido a que, por ejemplo, en las valoraciones catastrales algunas viviendas no pueden considerarse como tales debido a su estado ruinoso. Además, en buena parte de la zona el sector de la edificación sigue estancado debido a la falta de demanda, así es que el aumento de inmuebles de uso residencial (ya sean viviendas principales, secundarias o vacías) se da en las dos cabeceras comarcales, Lalín y A Estrada, así como en Vila de Cruces y en Rodeiro, en este último caso gracias a la entrada en vigor del PXOM.

De esas 41.300 viviendas, en torno a la mitad se localiza en Lalín (con 12.037) y A Estrada (con 11.567). En un lustro, Lalín aumentó sus inmuebles residenciales en un 0,29%, ya que en 2012 disponía de 11.866. En el caso estradense, la variación relativa es de un 2,25%, puesto que cinco años atrás el parque era de 11.401. Es Vila de Cruces, sin embargo, el municipio que registra la mejor variación de la zona en un lustro, de un 4,52%, debido a que si en 2012 el municipio contabilizaba 3.260 viviendas familiares, ahora la cifra es de 3.384. Rodeiro cierra la lista de los municipios con aumento de viviendas familiares, de un 1,21%, al pasar en cinco años de 1.715 a 1.734 inmuebles.

Precisamente, la falta de un PXOM puede ser la causa de que se frene la construcción en Silleda. Su plan urbanístico está sin prácticamente avances desde hace un par de años. Trasdeza tiene una variación relativa negativa de 0,46% en su volumen de viviendas residenciales, al pasar de las 5.529 de 2012 a las 5.428 de 2016. La variación que registra Trasdeza es similar a la de Forcarei, aunque el parque de vivienda disponible de éste es poco más de la mitad: 2.901 inmuebles al cierre de 2016, un 0,76% menos que los 2.919 de 2012. A partir de aquí, los descensos en el volumen de viviendas familiares son bastante más acusados: en tierras dezanas, Agolada cae un 4,83% en cinco años y se queda en las 1.886 (tenía 1.981), mientras que Dozón ostenta la caída más alta, de un 8,22%, porque si en 2012 disponía de 637 viviendas en disposición de ser usadas, ahora la cifra cae a las 584. Por último, Medio Ambiente dispone de datos por separado de Cerdedo y Cotobade: Cerdedo baja un 6,76% (de 1.323 a 1.242 inmuebles). A esta variación negativa se suma la de Cotobade, aunque sea mucho más sutil: desciende de 2.462 a 2.421 inmuebles.

El crecimiento de la edificación en la zona norte de la provincia no es tan preocupante como en los enclaves costeros, donde se pone en jaque la capacidad de carga del territorio. Desde la Xunta se hace hincapié en que un uso eficiente del suelo mediante la rehabilitación de casas o la ocupación de las que están vacías contribuye a un menor consumo del suelo y de los recursos. Además, si cada municipio conoce con exactitud el volumen de casas vacías, podrá diseñar políticas de acceso a la vivienda y un PXOM más adecuado a la realidad.

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