-¿Se trabaja con miedo en una pirotecnia o uno acaba acostumbrándose a manejar la pólvora?

-Miedo no puedes tener porque si lo tienes, al final, no haces nada. Lo que hay que tener siempre es mucha precaución y nada más. En los trabajos con fuegos de artificio nunca hay una segunda oportunidad, desgraciadamente.

-¿Qué es lo que le gusta de los fuegos artificiales actuales?

-La verdad es que me gustan las buenas colecciones de fuegos artificiales vengan de donde vengan. Siempre que tengan calidad, y estén bien montados y listos para la tirada, es lo primordial. A cualquiera le gustan unos fuegos bien tirados porque son muy bonitos.

-¿Dónde está la clave de una buena tirada de fuegos?

-Lo primero que hay que cuidar es el diseño. No es lo mismo disparar los fuegos en un pueblo del interior que en un puerto de mar. Es algo totalmente distinto. El diseño, como digo, es algo fundamental. Una vez que estén bien diseñados, tienen que tener una buena comunicación, el montaje tiene que estar bien hecho también y, por último, el disparo. Fabricación, montaje y disparo correctos son imprescindibles para que te salga la colección redonda.

-¿Es la lluvia el principal enemigo de una tirada pirotécnica?

-La lluvia es mala, pero es mucho más enemiga la niebla para los fuegos artificiales. Con la niebla no se ve nada, y eso puede ser fatídico, mientras que si la lluvia te deja montar pues podemos disparar con un papel especial preparado para ese tipo de incidencias. Se trata de un papel con el que lo cubrimos todo y que nos permite tirar incluso con agua. Sin embargo, con la niebla sí que hay más problema porque no se puede luchar contra ella de ninguna manera.

-¿Qué opinión le merece la gestión de sus sucesores en la firma?

-Lo están haciendo muy bien, pero como te decía hay muchos problemas que resolver hoy en día, en especial el importante descenso de los presupuestos, y vamos a ver lo que pasa con todo esto.