En un mundo en el que casi todo lo que se compra está envuelto en plástico, porispán y cartón, cada vez se hace más necesario concienciar a los ciudadanos para que, si no puede reducir el consumo de estos materiales, al menos lo entreguen para su reciclado. En las comarcas, durante el año 2016 se generaron 24.445,86 toneladas de residuos sólidos urbanos, en los que se incluyen papel, envases ligeros y vidrio. La cifra, que incorpora los datos del municipio fusionado de Cerdedo-Cotobade, muestra un ligero descenso, de 44,44 toneladas, en comparación con las 24.490,30 toneladas de basura que se recogieron durante el ejercicio anterior.
Podría pensarse que esta mejoría tiene como causa un uso menor de los embalajes. Pero no: si tomamos los datos de 2012 (con las cifras de Cotobade incluidas), se retiraron 23.934 toneladas de deshechos, de modo que cuatro años después se produjeron 500 toneladas más.
Pero volvamos a los datos que ofrece la Consellería de Medio Ambiente sobre la recogida selectiva de basura en 2016, y que acaban de difundirse. De los nueve municipios de las comarcas, en cinco de ellos logra contenerse esa generación de residuos sólidos urbanos: son Lalín, Agolada, Cerdedo-Cotobade, Forcarei y Dozón. La cabecera comarcal dezana es el municipio que más basura genera, 7.117,81 toneladas. Es una cifra considerable, sí, pero en un año bajó en 163 toneladas, siendo la caída más notable en las dos comarcas. Esto también implica que la basura que se produce por habitante y día también baje, de 1,005 a 0,98 kilos.
Agolada muestra un descenso bastante más modesto: de poco más de 14 toneladas, para quedarse en las 775,92. Poco se nota en la generación de residuos por día y vecino, que de 0,84 se queda ahora en los 0,83 kilos. Y de Deza a Terra de Montes: en Cerdedo-Cotobade se entregaron en los contenedores 1.999,90 toneladas, que son 12 menos que en 2015. Igual que Lalín, ahora los vecinos entregan menos de un kilo de residuos por día, en concreto 0,90. En el municipio vecino de Forcarei también se da un recorte, en este caso de seis toneladas, y entrega para su tratamiento 1.193,73. El concello logró rebajar la ratio por habitante y día de los 0,90 a los 0,89 kilos. Dozón, como indicamos, es el quinto ayuntamiento que también produce menos basura: 286,71 toneladas, que son dos menos que en 2015. Su aportación también pasa de los 0,71 a los 0,67 kilos por vecino y jornada.
Es algo que se constata desde hace tiempo: A Estrada tiene unos 800 vecinos más que Lalín y, sin embargo, genera menos residuos. En 2016 entregó 6.973,52 toneladas (204 menos que la capital dezana) una cifra que aumenta en 43 toneladas en comparación con los datos de 2015. Aún así, la proporción por habitante y día no sube, sino que baja: pasa de los 0,93 a los 0,91 kilos. Más notable que el aumento de A Estrada son el de Silleda y el de Vila de Cruces, pese a que sus poblaciones son mucho más reducidas: en Trasdeza se retiraron de los contenedores 3.254,08 toneladas, que son 46 por encima de las del año precedente. Silleda es, además, el único municipio que sigue entregando más de un kilo de basura por persona y día: si estaba en 1,002 kilos, ahora llega a los 1,021. En cuanto a Vila de Cruces, su basura sube en nada menos que 73 toneladas en un año, para colocarse en las 1.976,69. No obstante, cada vecino deposita ahora 0,93 kilos por día, en lugar de los 0,99 de antaño. Y, por último, Rodeiro. La variación en Camba es casi anecdótica, porque si en 2015 se recogieron 816,04 toneladas de basura, al año siguiente la cifra es de 816,50, de modo que sube en casi 500 kilos. Eso sí, sus vecinos pasan de depositar 0,82 kilos a 0,84.
Por tipo de materiales, predomina sin excepción el vidrio por encima del papel y de los envases ligeros. Por ejemplo, en la recogida diaria por habitante, en Lalín 0,05 kilos corresponden a este material, mientras que 0,042 son cartón y 0,030, bricks y otros envases. Ocurre igual en Silleda: 0,047 kilos de vidrio por 0,035 de cartón y 0,012 de ligeros. Muchos municipios organizan, de forma periódica, campañas para aclarar dudas sobre los contenedores de ligeros, ya que no suelen usarse de forma correcta.
