La historia de Pirotecnia Penide S.L. se remonta al año 1920, cuando Arturo Penide Mato decide fundar esta empresa familiar en Ponte Ulla (Vedra, A Coruña). Trabajando con dos obreros, comenzó a forjar el prestigio de una firma con la premisa de fabricar artificios de calidad y que al mismo tiempo fuesen lo más seguros posible. En 1962 toma las riendas de la empresa, Arturo Penide Gálvez, cuyo legado mantiene su hijo. Arturo Penide contempla ahora el sector pirotécnico desde la tranquilidad de la jubilación, aunque sigue yendo a la empresa siempre que lo necesitan.

-¿Hasta dónde llegó la fama de la pirotecnia Penide una vez que su padre le cedió el testigo?

-La verdad es que en todo este tiempo fuimos por toda Galicia, pero también fuera de aquí, como por ejemplo en Bilbao, Tarragona, en Valladolid incluso llegamos a ganar dos concursos, también estuvimos en Burgos, Badajoz y muchos sitios más. Cuando falleció mi padre la empresa era pequeñita, ahora no es que sea grande tampoco, pero sí mucho más que entonces. Nosotros siempre hemos tenido la virtud de ir por el mundo adelante y aprender todo lo que podíamos.

-¿Quién fue el que más le enseño en sus años de profesión?

-Como te decía, fueron muchos viajes los que hicimos en todo este tiempo. Lo que hacíamos era mirar en distintas fábricas, de las que siempre aprendías algo nuevo. Recuerdo las veces que tuve que ir a Valencia, donde hay unas grandes pirotecnias, y lo mucho que se aprendía allí hace años.

-¿Cómo consiguieron alcanzar la buena fama que siguen teniendo como pirotécnicos?

-Todo surgió poco a poco, como suele suceder en la vida. Con el paso de los años empezamos a hacer las fiestas de Bouzas, en Vigo, y también cuando antes hacían las fiestas en O Berbés. Durante muchísimos años hicimos las fiestas de este popular barrio vigués, y nos encantaba ir allí. Después, nos recorrimos toda Galicia, estuvimos en la Peregrina de Pontevedra, en Vilagarcía, Sanxenxo o Santiago, por ponerte algunos ejemplos.

-En Bouzas presumen de contar todos los años con los mejores fuegos artificiales. ¿Cómo se trabajaba con esa presión?

-Antes íbamos dos o tres pirotecnias distintas, pero ahora bajaron mucho el presupuesto. En todas partes han reducido mucho los presupuestos en fuegos artificiales, y ya no es como antes. En Bouzas estuvimos tres años llevándoles los fuegos, y siempre era reconfortante trabajar con otras empresas.

-Si tuviera que elegir entre todas las tiradas de fuegos, ¿cuál sería para usted la mejor de todas?

-Sin lugar a dudas, el combate naval de Vilagarcía. Llevamos yendo 27 años a hacerlo de forma consecutiva y es algo impresionante. Allí se puede hacer de todo. Tiramos fuego acuático, tenemos tres barcos en el mar que simulan un combate y un castillo enorme en tierra. Es algo realmente impresionante. Es de lo mejor de Galicia.

-¿Es cierto que los gallegos entendemos mucho de pirotecnia?

-Sin duda alguna, sobre todo en las localidades pequeñas, donde se tira mucho de ruido, con muchas bombas. Sin embargo, en las ciudades es distinto porque allí gusta más la lucería. En las ciudades priman los fuegos nocturnos.

-¿Cómo se encuentra en la actualidad el sector pirotécnico?

-Ahora está regular nada más. Existen muchísimos problemas. Se abusa bastante de las modificaciones porque sale una ley, pero dentro de dos años te la cambian, y no paras de gastar dinero. Eso es una sangría terrible. En Galicia hace pocos años éramos 33 pirotécnicos y ahora no llegamos a la mitad.

-Resulta evidente que se trata de un trabajo de alto riesgo, ¿han sufrido algún percance?

-Por suerte, yo nunca tuve que lamentar ningún accidente con la pólvora con la que trabajábamos. Solamente unos pequeños incendios en unos motores, pero nada grave. Afortunadamente, nunca nos ha pasado nada grave. Es peligroso, sobre todo la lucería, pero como te digo jamás nos ha sucedido ningún percance importante en todos estos años de trabajo pirotécnico.