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Justo sacristán antolín "En lo de prohibir animales por parte de los ayuntamientos la cuestión es poder ganar votos"

"Llevamos cerca de tres años trabajando más con adultos que con niños, a los que ya no les importa si llegó el circo a su localidad"

Sacristán posa, ayer en Lalín, ante el Gran Circo Holiday instalado en O Regueiriño. // Bernabé/Javier Lalín

O Regueiriño, en Lalín, acoge esta tarde la primera sesión del Gran Circo Holiday, que estará en la cabecera comarcal dezana hasta el domingo, con pases a las 17.00 y 19.30 horas, mañana, y el domingo, a partir de las 17.00 horas. Se trata de la primera visita a Galicia de este heredero del antaño conocido como "mayor espectáculo del mundo", que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos que corren. El circo instalado en Lalín ha sido premiado por segundo año consecutivo como el mejor de gira por España. El maño Justo Sacristán Antolín es su actual jefe de pista.

-¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del espectáculo circense?

-Yo puedo decir que llevo toda mi vida dedicada al circo porque nací en él, y porque en mi familia ya somos siete generaciones vinculadas a este espectáculo. Cuando teníamos animales, fui domador durante muchos años, pero también ejercí labores de locutor e incluso hice malabares, de payaso y de mago. En esto del circo ha habido que hacer toda la vida de todo un poco porque así tiene que ser.

-¿Lo del artista de circo polivalente ha cambiado con el paso del tiempo o perdura como tal?

-Eso ahora ya cambió. Hoy en día los artistas de circo hacen su numerito de 15 o 20 minutos y ya no quieren saber nada más. Antes, los artistas montaban, desmontaban o ponían carteles y cortaban las entradas. Ahora no, ahora el artista es artista con todas las consecuencias. Hace años esa figura del artista de circo polivalente contribuyó a crear la imagen romántica de este mundo, pero de un tiempo a esta parte todo ha cambiado mucho y ha habido que adaptarse.

-¿Supongo que el circo actual tiene muy poco o nada que ver con el que usted conoció hace años?

-La verdad es que no, ni en el montaje, ni en los vehículos que utilizamos hoy en día, ni en el tipo de público, ni prácticamente en nada. Ha cambiado totalmente.

-¿Es mejor el de ahora que el antiguo? ¿Con cuál se quedaría?

-Antes había mucha más afición al circo de la que hay en la actualidad, sin duda alguna. Además, el asunto de la prohibición de los animales en los circos le ha hecho un daño irreparable al espectáculo. Desde luego, ya estaba la cosa mal, y ahora se ha puesto mucho peor todavía con el tema este de los elefantes en el reciente accidente que tuvo lugar en Albacete.

-¿Los artistas del circo se esperaban medidas tan drásticas en torno a la prohibición de animales?

-No se trata de que haya maltrato animal en el circo, ni mucho menos. Tampoco es porque exista gente animalista porque los verdaderos animalistas hoy en día no existen. Vienen a protestar a la puerta del circo, pero tienen coches con asientos de cuero o zapatos, también, de cuero. Son solamente animalistas para ir a molestar a la gente que se dedica a trabajar con animales. Una cosa es ser animalista y otra muy distinta es ser tocapelotas. Te puedo decir que lo hemos notado mucho porque la taquilla decayó un 60 por ciento con respecto a cuando teníamos animales en nuestro espectáculo. Lo que está claro es que, tal y como se ha puesto esto, o te modernizas o te mueres. Se ha puesto de moda hoy en día en todos los ayuntamientos lo de prohibir por prohibir, porque en España no existe ninguna legislación que prohiba trabajar con animales en los circos. Se trata de querer ganar votos. La cuestión es hacerse con ocho o diez mil votos en una población como Lalín, por ejemplo, y ya está.

-Sin embargo, el circo como el teatro, son los eternos enfermos de las artes plásticas. ¿No piensa que esta vez, también, volverá a resurgir de sus cenizas?

-Tengo que reconocer que nosotros somos gente que nos hemos amoldado a todas las circunstancias. De hecho, llevamos año y medio sin tener animales en nuestras funciones y estamos sobreviviendo. Ganaremos más o menos dinero, pero vamos a seguir adelante igual con nuestro espectáculo.

-¿Sigue siendo el público infantil mayoritario en los circos?

-La verdad es que eso también ha cambiado mucho con el paso de los años. Los niños de antes no tenían las modernidades de las nuevas tecnologías que tienen los de críos de ahora. Los que ahora son mayores, cuando eran niños no tenían teléfono móvil ni tampoco consolas de videojuegos. No tenían nada, jugaban en el parque con las canicas o los tirachinas y por las tardes iban al circo junto al resto de la población. Los niños de hoy en día tienen de todo, y no les importa si el circo ha llegado a su localidad o no. Por desgracia, eso también ha cambiado muchísimo.

-¿Con qué tipo de público trabajan en la actualidad?

-Nosotros llevamos casi tres años trabajando más con gente mayor que con niños. El espectáculo está muy orientado para los niños, pero también para gente mayor porque estamos viendo que es el público adulto el que está acudiendo más al circo y no los niños.

-¿Ve el futuro más cercano tan negro como el presente?

-Lo veo todavía más negro. Como te decía antes, nosotros nos hemos adaptado y hemos llegado a la conclusión de que los circos con animales no volverán ya más. Tenemos claro que prohibir por prohibir no sirve de nada. Igual que nosotros nos estamos modernizando en algunas cosas también exigimos y pedimos que se nos ayude Si a nosotros nadie nos apoya, esto acabará por desaparecer.

-¿Qué fue lo que más le llenó como artista de un circo?

-Sin duda alguna la doma de los animales. Hemos tenido animales de todas las especies que te puedes imaginar y todos han criado en el circo. Con esto te quiero decir que si hubiera maltrato, los animales nunca hubieran criado. Jamás hemos tenido una denuncia.

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