El que fue teniente alcalde con el fallecido David Raposeiras, Francisco Rozados "Rochi", habla en su libro "Memorias de Trasdomonte" de los "Corinos da Carballeira", una familia forcaricense adelantada a su época, que dejó varias construcciones en importantes localidades de Galicia en la primera parte del Siglo XX. Uno de los legados de los Corinos se encuentra precisamente en el corazón del casco urbano de Forcarei, a pocos metros del consistorio. Allí se puede apreciar una casa de doble planta con un valor histórico pero que con el paso de los años y ante la falta de un proyecto claro de remodelación o recuperación ha terminado por convertirse en un problema por su estado ruinoso. Finalmente, la junta de gobierno del Concello de Forcarei, en su sesión que tuvo lugar el pasado 27 de marzo, dio licencia para la demolición del histórico edificio situado en los números 3, 5 y 7 de la rúa Regueira.
El Concello de Forcarei abrió a mediados del pasado año 2017 su primer expediente a un inmueble en estado ruinoso situado en la calle Regueira, prácticamente enfrente de la casa consistorial. Además del evidente feísmo urbanístico que generaba su estado de abandono, la vivienda suponía un peligro para la seguridad de los vecinos de la zona y de los peatones. Además, de su fachada se desprendieron cristales y también un canalón. Por fortuna, no hubo daños personales, pero, curándose en salud, el gobierno local decidió el pasado mes de septiembre actuar y pidió a sus propietarios que se hiciesen cargo del edificio.
En noviembre, el gobierno local dio un plazo de tres meses para presentar en el Concello un proyecto que diese solución al peligro que para la seguridad vial suponía la situación actual del inmueble, todo en base a un informe técnico municipal que declara la vivienda como ruina y recomendaba su derribo. Se trataba del primer expediente abierto por el gobierno de Belén Cachafeiro a un inmueble en estado ruinoso.
Finalmente, los propietarios de los inmuebles, descendientes de los Corinos, presentaron un proyecto de derribo del edificio, que ahora recibió la pertinente licencia municipal. La previsión es iniciar los trabajos de demolición de inmediato, dejando en el lugar un solar sin ocupar. Los propietarios lamentaron sin embargo el final de esta edificación, así como la ruptura de unas negociaciones con el anterior alcalde David Raposeiras que podían haber satisfecho a ambas partes, en las que se cedía el camino a Chamosa a cambio de poder dar una altura más al inmueble. Con el cambio de regidor ese acuerdo quedó sin embargo en el olvido.
En su proyecto, el arquitecto, Ángel Canabal Chamosa, lamenta el final de este edificio que sitúa en torno a 1925. "Dado el tiempo en que se llevó a efecto su construcción, la baja calidad de construcción y la ausencia de mantenimiento, el estado de la misma es precario. Fruto de esta situación sus propietarios decidieron abandonarla, trasladándose a vivir, tanto ellos como sus descendientes, a otras tierras de mayor futuro. Estos volúmenes arquitectónicos quedaron hasta la fecha como testimonio de un ayuntamiento que llegó a tener 10.000 habitantes por los 3.700 que tiene ahora. Así se escribe la historia de lo que fue nuestra tierra y lo que es hoy. Maldita sea la tierra que no da de comer a sus hijos, decía el poeta", escribe el arquitecto. "Las excavadoras dictarán la sentencia final de la historia del edificio de los Corinos da Carballeira en Forcarei. Vaya para ellos mi testimonio, mi reconocimiento y mi afecto por su esfuerzo y sobre todo por sus ideas adelantadas en sus tiempos", sentencia.
