Menos plato y más zapato. Es una norma sencilla -aunque muchas veces no tan fácil- para quienes quieren sacarse esos kilos de más que tienden a atrincherarse donde más molestan. Para no temer lo que diga la báscula o como recomendable hábito saludable, muchos estradenses se entregan cada día a la popularmente conocida como 'ruta del colesterol'. Este paseo no tendrá nunca una placa que lo sitúe de forma oficial en el mapa estradense pero sí reclama en él su espacio. El Concello parece dispuesto a concedérselo a través de un proyecto que aspira a configurar un anillo peatonal de más de seis kilómetros entre el casco urbano, Matalobos y la Zona Deportiva.

El primer paso para este camino se dará de manera inmediata, aprovechando unas bajas en el proyecto de asfaltados que el Concello incluyó en el plan de la Diputación. Recogiendo la demanda vecinal, la administración local impulsa la construcción de aceras entre el Alto da Cruz y Matalobos, la primera fase para la creación del citado circuito. El alcalde, José López, reconoció ayer que muchos vecinos que realizan este recorrido reclaman que se lo dote de aceras por una cuestión de seguridad vial.

La previsión municipal es destinar a este fin 150.000 euros. Con esta cantidad se completará el tramo de acera que discurre en paralelo a la N-640, hasta alcanzar el cruce con la carretera que une el alto da Cruz con Matalobos y que continúa hacia Toedo, convirtiéndose en la práctica en una suerte de circunvalación.

López explicó que las aceras llegarán hasta el campo de la fiesta de Matalobos. De aquí partirá la segunda fase de este anillo peatonal. Tras el primer tramo previsto de 2,2 kilómetros arrancaría un segundo trayecto que llegaría hasta la Zona Deportiva, tras completar otros 1,6 kilómetros.

El anillo se cerraría si se avanza desde la Zona Deportiva nuevamente en dirección al Alto da Cruz a través del vial -ya con aceras- que pasa por delante del nuevo campo municipal de fútbol. Este recorrido sumaría otros 2,7 kilómetros.

El primer tramo de aceras proyectado por el Concello -el gobierno tiene intención de remitir esta misma semana el proyecto a la Diputación para su aprobación- se ejecutaría mediante la construcción de aceras únicamente por el margen derecho. Esta actuación tendría la autorización de Patrimonio, ya que en el margen izquierdo figuran alertas arqueológicas por la proximidad de unas mámoas y un cruceiro, según se indicó ayer. En todo caso, el gobierno aguarda que la actuación tenga que recibir informes sectoriales, como el que correspondería emitir al Ministerio de Fomento en calidad de titular de la N-640.

Esta primera fase del anillo peatonal se encargaría de abrir el camino. Realizar la ruta con frecuencia -en sus versiones cortas o extendidas- ya corre por cuenta de cada quien.