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Un informe municipal cuestiona aspectos clave en seguridad del proyecto de Racso

Dice que la planta no puede almacenar al año 15.000 toneladas de neumáticos sino un máximo de 7.500 -Ve insuficientes las medidas para prevenir la emisión de partículas

Panorámica de la parte del polígono de Botos próxima a la depuradora. // Bernabé/Javier Lalín

La instalación de la planta de reciclaje de neumáticos que proyecta la empresa Racsco para el polígono industrial lalinense de Botos podría complicarse. A una cierta contestación social se une ahora las conclusiones de un informe municipal que cuestiona con contundencia partes del proyecto relacionadas con el cumplimiento de la normativa ambiental o las medidas de seguridad de la futura planta.

El pasado día 19 de marzo el funcionario responsable del área municipal de Medio Ambiente presentaba unas conclusiones que llegan después de un cruce de escritos entre Concello y empresa; el último remitido por Racso el 14 de febrero pasado. En primer lugar, el técnico del ayuntamiento explica que se había requerido a la compañía que aclarase la depuración de aguas previa entrada a la EDAR de Botos, una vez que en el proyecto se indica que el material triturado -de los neumáticos- será acopiado al aire libre y los residuos que arrastre el agua de la lluvia van a parar a la propia depuradora, cuyo funcionamiento ya es actualmente "deficiente". Por eso se advierte de que los residuos que arrastre el agua de la lluvia no deberían ir a la EDAR sin someterse antes a una depuración previa. La empresa habría alegado que la planta dispondría de dos separadores de hidrocarburos con sistema de decantación incorporado, indicando que se aportan los planos del saneamiento exterior, con detalle de los pluviales de arrastre, "pero sin especificar las características técnicas de funcionamiento". Por eso se solicita a Racso que debe presentarlos como anexo al proyecto y que el documento sea visado y firmado por un técnico. Sobre la posible presencia, en el proceso industrial, de restos de sangre o grasas, el técnico lo atribuye a un error en la redacción del proyecto.

Otra de las cuestiones en las que repara el funcionario tiene que ver con el almacenamiento de los neumáticos. En este sentido alude al Real de Decreto 1619/2005 y explica que la altura máxima de los apilamientos en pilas libres será de 3 metros o 6 si se guardan en silos. Y que el acopio de neumáticos enteros debe estar compartimentado en celdas o módulos independientes con una capacidad máxima cada uno de 1.000 m3 "para evitar la propagación del fuego en caso de incendio y con viales internos que permitan el acceso de los medios técnicos y mecánicos y de extinción. Aunque a continuación analiza las alegaciones presentadas por la compañía en relación a estas advertencias normativas, el funcionario llama la atención sobre un asunto relevante. Así, señala que los neumáticos acopiados en la planta con destino a su valorización no podrán almacenarse durante más de un año y la cantidad de estos residuos no excederá de la mitad de la capacidad anual autorizada de tratamiento. Por ello, avisa de que acuerdo con la propuesta inicial, el tope máximo será de 7.500 toneladas/año, aunque el proyecto de Racso fija la capacidad máxima en 15.000 toneladas anuales.

Sobre las medidas a tomar para la prevención de incendios, la compañía expone al Concello que los residuos serán almacenados en seis celdas de 32m2 para evitar la propagación del fuego, con una altura de 3 metros o que en todo caso habrá calles o viales para el acceso de los medios de extinción. Pero el técnico replica debe aclararse cómo, en caso de un fuego, un apilamiento de 1.000 m3 de neumáticos incendiados y de 6 metros de altura no van a afectar a industrias colindantes. También repara que la zona en la que se aloja el material luego de una primera trituración es exterior y sin cerramiento alguno. En relación a la propagación de pequeñas partículas por el viento que pueden llegar al río Asneiro o al regato Riádigos, la empresa aclara que dispondrá de un cerramiento de malla eletrosoldada, que será mejorada con una barrera vegetal; medios que el técnico cuestiona por ver insuficientes. Por último, sí admite que la planta cuenta con la autorización de la Xunta, que no consideró necesario someter el proyecto a la Evaluación Ambiental Ordinaria, procediendo a la Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada.

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