El estado del Punto de Atención Continuada (PAC) de Lalín deja mucho que desear. Así lo consideran tanto los trabajadores que realizan el servicio como los pacientes que acuden a él. Hace justo un mes que el Conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, junto a la gerente de Xestión Integrada de Santiago, Eloína Núñez, presentaron en el centro de salud de la capital comarcal dezana el Plan Funcional de Espazos del futuro Centro Integral de Saúde da Comarca do Deza. Sin embargo, parece no haber visto las deficiencias que presenta el PAC de Lalín, con hasta tres goteras en diferentes espacios de la instalación.
No obstante, antes de que Almuíña viniese a presentar el proyecto que contará con hospitalización a domicilio, hemodiálisis y una base del 061, los trabajadores del servicio de urgencias ya habían hecho llegar al Sergas los problemas que había en las instalaciones. Estos enviaron un escrito para dar a conocer la situación que hacía impracticable la normalidad del servicio. En el documento explican el mal estado de la infraestructura, así como alertan de la escasez de personal que se hace notable, sobre todo, días festivos como en Semana Santa, donde los facultativos tienen que atender a habitantes de cuatro concellos -Lalín, Rodeiro, Agolada y Dozón-.
En cuanto a las deficiencias en la construcción, de sobra denunciadas, ahora en la instalación se pueden contar hasta tres goteras. Médicos y enfermeros tienen que atender a los diferentes pacientes sorteando cubos llenos de agua y pasillos resbaladizos. Una de las filtraciones se encuentra en las habitaciones del personal, donde descansan mientras no tienen que atender a ningún usuario durante su turno; otra en el pasillo que comunica con las consultas; la tercera se encuentra en una de estas consultas, donde los médicos atienden a los pacientes que acuden. En este sentido más de una persona se quejó de las condiciones en las que está actualmente la construcción, pero más allá de quejarse verbalmente del estado, los trabajadores entienden que la mejor opción es realizar una reclamación escrita para hacerlas llegar al Sergas.
Ante las numerosas goteras que presentaba el techo, los trabajadores del PAC decidieron taladrar ciertos lugares de la cubierta para tener localizada la caída del agua y allí ubicaron cubos para recogerla y evitar que mojase el suelo. Los pacientes y, claro está, los facultativos, tienen que convivir con ello diariamente, mientras el Sergas desoye las peticiones de sus trabajadores y las críticas de los pacientes.
Es necesario recordar que no es la primera vez que aparecen filtraciones en la deficiente infraestructura del servicio de urgencias. En aquella ocasión el agua volvió a hacer mella en el techo del PAC y los trabajadores volvieron a denunciar la situación. Por aquel entonces el Sergas actuó y decidió acondicionar el techo para que no volviera a ocurrir. Pero, una vez más las goteras han vuelto.
Otro de los problemas que denunciaron al Sergas es la escasez de médicos en el servicio. El PAC tiene dos médicos diarios en el servicio con un horario de entre 15.00 a 8 de la mañana, junto con un enfermero, mientras que los festivos y fines de semana se les suma un enfermero más. Critican que son insuficientes para un PAC que atiende a cuatro concellos, habiendo días donde los pacientes no cogen ni en la sala de espera.
