Primero en la llla do Lago, ahora en el Museo Ramón Aller y en un futuro, en la zona de las rúas Principal y Loriga. La escultura de Laxeiro puede trasladarse si hay un acuerdo plenario previo, como indicó ayer el líder popular, José Crespo. Así lo indica la normativa sobre dotación de espacios públicos. El gobierno actual ya trasladó, en su momento, la efigie de Xosé Cuíña, desde el entorno de la iglesia parroquial a la zona del consistorio, "pero sin llevarlo ni a pleno ni a junta de gobierno. Por respeto a Xosé Cuiña, yo no dije nada, pero es que este cambio no se abordó ni por decreto", se queja Crespo. Para el regidor, el cambio de la escultura no debe restarle importancia a los 450.000 euros que se invertirán en la humanización de Principal y Loriga. Las obras se financian, en un 80% con fondos DUSI y confía en que estén rematadas en el segundo semestre del año.