Una ayuda, que no una salida, a la crisis del sector lechero es la introducción de vacas y terneros de carne para diversificar la producción. En cuanto a terneros, en Deza se contabilizan 30.038, frente a los 26.846 que había diez años atrás, mientras que en Tabeirós-Terra de Montes la cifra baja, de los 5.361 a los 4.714.

Este incremento de reses en Deza se da también a la hora de hablar de vacas que no se destinan a ordeño. La ganadería de carne aumenta en 148 cabezas en toda la comarca. Por municipios, ese incremento se da en Dozón (que gana 305 para alcanzar las 1.292) y Silleda, que incorpora 173 para llegar a las 975 cabezas. En el resto de Deza el número de vacas de carne es similar al de vacas de leche en Agolada, con 1.733 animales (perdió 178), y Vila de Cruces, con 1.303 (cede 44). Pero en Rodeiro sigue siendo una ganadería poco extendida, con 1.466 reses (baja 211 en la última década) y en Lalín, que sí gana 143 para ponerse en las 2.662.

En Terra de Montes hay 2.179 vacas de no ordeño, que son 246 menos que en plena crisis económica. A Estrada cuenta con 1.401, mostrando un incremento de 139 animales, al igual que Forcarei, que en esa década aumentó en 203 para contar con 778. Cerdedo, en 2008, tenía 588 vacas de carne, pero se desconocen los datos del año pasado en los que ya tienen que figurar los referidos al conjunto de Cerdedo-Cotobade.