A escala gallega, el precio del gasóleo en esta Semana Santa a punto de arrancar es el más alto desde el año 2015, al manejar un valor medio de 1,188 euros por litro. Es probable que suba aún más en las jornadas inmediatas al Jueves Santo, cuando se produce el grueso de desplazamientos durante las vacaciones.
La media que arrojan las estaciones de servicio dezanas es inferior a esta cifra, con 1,177 euros por litro, quedando así también por debajo los 1,193 que se dan en la provincia de Pontevedra. Sin embargo, las gasolineras de la comarca también muestran una subida en el precio de los combustibles en comparación con el puente de la Ascensión, en pleno mes de agosto y en el ecuador del verano. Si por entonces un tanque de 50 litros de gasóleo costaba entre los 54,95 euros en la estación de servicio de A Bandeira y los 59,3 en Staroil, en el polígono Lalín 2000, ahora la horquilla está entre los 56,45 euros , también en la estación de servicio de A Bandeira y los 60,95 en la Avenida de Bos Aires, de Lalín. De este modo, y mirando los precios más bajos, repostar un tanque de gasóleo sale casi dos euros más caro que en pleno agosto.
Con la gasolina ocurre lo mismo, a pesar de que a nivel gallego este combustible se abarató un 1,5% en relación al año pasado. De nuevo en Deza, la gasolina de 95 octanos tiene un precio medio más bajo (1,253 euros por litro) que el que se da a escala provincial (1,264) y autonómica (1,266). Volvamos a tomar los precios de agosto: un tanque de 50 litros de gasolina podía costar, por entonces, entre 60,15 euros (es lo que valía en la estación de Galp en la N-525 en Lalín) y los 62,95 que costaba en la de Rodeiro. Pues bien, a día de ayer el precio se movía entre los 61,45 euros, tanto en la estación de A Bandeira como en la del casco urbano de Agolada y los 65,05 que alcanza la gasolinera apostada junto a la entrada de Silleda, en el enlace al recinto ferial. De este modo, ahora se paga entre 1,4 y 2 euros más.
Las comparaciones que acabamos de hacer excluyen las estaciones de servicio de las cooperativas ICOS y Cobideza, ambas en Silleda. Sus precios suelen ser muy competitivos, incluso por debajo de los que ofertan estaciones libres como la citada de A Bandeira o la de Camanzo, porque suelen prescindir de aditivos y no cuentan con personal que se encargue de repostar, y de ahí que puedan ajustar la oferta al máximo. En cuanto a las estaciones libres, no se atan a ninguna gran petrolera, de modo que compran en el mercado internacional al precio más bajo que se ofrece, de modo que tienen más margen a la hora de fijar el precio que presentarán al consumidor.
La información que ofrece el sitio web geoportalgasolineras.es recoge 19 estaciones de servicio que, al margen de las dos cooperativas mencionadas, las estaciones de servicio libres de Camanzo y A Bandeira y el despacho de Carrefour en el centro comercial del mismo nombre en Lalín, se reparten entre ocho operadores. Estas distribuidoras varían el precio del gasóleo según se trate de un municipio u otro o, incluso, según la ubicación de la gasolinera dentro del mismo ayuntamiento. Ocurre con Repsol: en Agolada, el litro de gasóleo sale a 1,199, mientras que en la rúa Corredoira, de Lalín, está ya a 1,219, según los datos de dicho sitio web. Es más, esta empresa cuenta con un surtidor en la cercana rúa do Río, donde se vende a 1,199 euros. Galp aplica la misma política: en su estación de servicio de la N-525 entre Lalín y Silleda el litro cuesta 1,179 euros, por encima de los 1,169 de la estación en la AP-53. Esto se debe a que la carretera nacional sigue siendo más utilizada que la autopista por los vehículos pesados, dado el precio prohibitivo de ésta.
