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Los más pequeños del aula ya saben de robótica

El Sagrado Corazón de Lalín adquiere seis robots educativos para Infantil

Catarina Prada con algunos de sus alumnos del Sagrado Corazón. // Bernabé/Javier Lalín

Estar en la vaguardia tecnológica se está convirtiendo también una necesidad en los centros educativos de la comarca. Aprender en edades tempranas habilidades como programación o lógica matemática cada vez está más al alcance de los niños. Así es que el Colegio Sagrado Corazón de Lalín adquirió seis robots educativos para su sección de infantil. Junto con la formación de las docentes, es la manera de que los niños aprendan gracias a la tecnología pensando que tan solo es un juego más.

La coordinadora de infantil del Sagrado Corazón, Catarina Prada, explica que la idea de hacerse con estos aparatos viene a través de los cursos de formación para profesorado de la Xunta que se imparten en diversos centros de Lalín. En uno de estos cursos les hablaron de este recurso educativo y para indagar un poco más con ellos decidieron pedirlos en préstamo al Centro de Formación y Recursos de Pontevedra. Después de conocer más a fondo el funcionamiento de estos robots y visto los resultados cosechados con el alumnado de entre 3 y 6 años, la dirección del centro educativo decidió adquirir seis unidades para que las tutoras de las clases pudieran utilizarlos en su programación educativa.

Prada destaca la rápida aceptación de los niños, que "vieron una motivación en un aparato que a nosotros nos abre las puertas para trabajarde una nueva manera conceptos de siempre". Para los alumnos la Beebot, así es como se llama el aparato, es un juego, pero también un desafío con el que se pueden iniciar en la programación. La coordinadora señala que este nuevo método sirve para trabajar conceptos lógicos matemáticos como puede ser la orientación, el espacio, los números o la direccionalidad, como para favorecer el desarrollo cognitivo. "A través del robot yo pude relacionarlo incluso con un poema de Xoanma Barro", explica. Considera que son un elemento inclusivo e integrador, tanto de conocimientos de nuevas capacidades, como de aspectos sociales entre el alumnado.

¿Pero cómo funciona? El Beebot discurre por un panel con casillas con 15 centimétros de superficie. El robot sabe en qué momento deja una casilla para adentrarse en otra. De esta manera, la tarea de los pequeños es la de interiorizar que para que el aparato llegue a una de las casillas deadas, será necesario que lo programemos con anteriodad. Así, con las flechas que tiene en su parte superior los alumnos pueden dirigir a donde lo señale la profesora.

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