El Concello de Silleda cuenta a día de hoy con un total de tres casos judiciales abiertos. Tres pleitos que están "muy lejos de los cerca de 30 litigios que nos encontramos cuando el gobierno socialista llegó a este Concello", remarca el alcalde silledense, Manuel Cuíña.

El número de procesos judiciales abiertos que tenía el Concello ha ido disminuyendo paulatinamente con los años hasta llegar al número actual. Asimismo, en el año 2014 la entidad local contaba con 25 litigios abiertos, una cifra que fue descendiendo hasta llegar a los tres actuales. Así, en el año 2015 la cifra bajó a 19, en el año 2016 se contabilizaron 15 y en el 2017, el pasado ejercicio, la cifra cayó hasta los 9, resolviéndose a día de hoy seis de ellos.

Hay que destacar que los litigios municipales se presentaron en su mayoría por la vía del contencioso-administrativo. Hubo también uno de ellos por la vía penal -una querella por presunta prevaricación en la concesión de la licencia del velatorio de Silleda que finalmente fue archivada-, otro por la civil -la demanda de la Editorial Plante que reclamaba 2.500 euros al Concello y que también se archivó hace unas semanas- y otro ante el Tribunal de Recursos Contractuales, interpuesto por el Partido Popular de Silleda por el Servizo de Axuda no Fogar (SAF). A las demandas por impago se suman también otros ocho casos de demanda de responsabilidad patrimonial, todos resueltos.

De los tres pleitos actuales destaca el del vertedero de Campomarzo, que está pendiente de la apelación que hizo la empresa concesionaria en contra de una sentencia favorable al Concello por la cantidad de 270.117 euros. Este último está a punto de resolverse en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Los otros dos son procesos judiciales de carácter urbanístico por distancias a fosas sépticas.

Cuíña, por su parte, se muestra crítico ante esta acumulación de litigios que se encontraron tras su llegada al gobierno. "A lo largo de estos últimos años la triste herencia que nos quedó tuvo casos sangrantes con sentencias en las que hubo que pagar más de intereses de demora que de deuda principal", apunta el regidor y responsable municipal de Facenda, destacando casos como el de Indeza. "Este caso fue un paradigma de la desfachatez de los gobiernos precedentes, los que no pagaron y los que incumplieron los acuerdos de pago a los que llegamos en su día", añade el primer edil, a la par que recuerda el convenio al que se llegó durante el primer mandato de Paula Fernández para abonar esa deuda, así como el acuerdo roto del gobierno saliente de la moción de censura.

"Por todas esas actuaciones negligentes los vecinos de Silleda vimos como de las arcas municipales salieron el pasado año cerca de 500.000 euros, nada más y nada menos que el 9% del presupuesto municipal, un pago al que nos obligó un fallo judicial y por culpa del cual tendremos que elaborar este año un plan económico financiero para cumplir con la regla de gasto", explica Cuíña. "Lo de Indeza fue la gota que colmó el vaso en un largo listado de demandas por impago que sin duda mermaron la capacidad económica de este Concello en los últimos años", indica.

La mejora de la gestión económica y la clarificación "de la maraña en las cuentas que había cuando llegamos" fue uno de los primeros y grandes objetivos a partir del año 2007. "No gastar lo que no se tiene y aplicar políticas de ahorro. Esa fue y sigue siendo la máxima de este gobierno. Una receta sencilla que otros no supieron o no quisieron poner en práctica", explica el alcalde, destacando que el presupuesto municipal para este año, "con 7,8 millones de euros, es uno de los resultados de esa gestión, con la que pese al lastre de las deudas y sentencias judiciales conseguimos salir adelante y hacer inversiones importantes como las que estamos realizando", añade.