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Los dueños del observatorio astronómico de Zarragrande descartan su venta

La familia quiere arreglar el motor del pozo y usar un generador de gasolina para abrir la cúpula y mover el telescopio -Permitirá realizar visitas cobrando una entrada a voluntad

José Antonio López, ante el observatorio de su padre. // Bernabé/J. Lalín

Los hijos de José María López, el vecino de Cruces que en 1993 construyó el observatorio de Zarragrande, descartan su venta al Concello de Vila de Cruces, igual que tiempo atrás decidieron que la instalación tampoco pasaría a manos de la USC, que gestiona el observatorio Ramón María Aller, en Santiago. El año pasado el director de éste, José Ángel Docobo, contactó con los herederos de López para que el observatorio cruceño pudiese participar en las actividades del programa Todocosmos, pero la falta de corriente eléctrica motivó que los visionados se trasladasen, al final, a la cumbre de A Madanela, en Carbia. Docobo apunta que, una vez que se conozcan las resoluciones de financiación, se decidirá si Todocosmos puede volver a incluir el territorio cruceño en sus iniciativas.

Precisamente, la falta de suministro eléctrico es la causa de la inactividad que padece el observatorio cruceño desde hace años. José Antonio López, uno de los hijos de José María, explica sí se contaba con suministro eléctrico, pero el robo de cobre hace un par de años motivó esta deficiencia. Ahora disponen de un generador de gasolina, que todavía está sin instalar. López confía en que en Semana Santa pueda colocarse, ya que este sistema permitirá abrir la cúpula y también mover el telescopio. Quiere, también, arreglar el motor de pozo, puesto que el observatorio cuenta con una zona anexa con una lareira en la que se puede tomar un refrigerio "e incluso hacer filloas", explica.

"El deseo de papá era que el observatorio continuase en la familia. Sé que el alcalde, Jesús Otero, tiene mucho interés en activarlos, pero tememos que algún día su sucesor no se comporte igual", recalca. Por eso, hace unos 10 años, el propio José María López promovió la puesta en marcha de la Fundación Observatorio Astronómico de Cruces, que ahora preside su hijo. La entidad aún cuentan con fondos con los que acometer estas obras y reparaciones como el cristal que rompieron unos vándalos meses atrás. También desea cambiar las luces interiores para aumentar la claridad. Antonio López quiere ponerse en contacto con Manuel Blanco, el presidente del Museo Casa do Patrón, porque desea que en un futuro el observatorio pueda recibir visitas. "Pero, en nuestro caso, cobraríamos una entrada a voluntad del visitante". La familia también está dispuesta a que lo usen investigadores vinculados a la física o a la astronomía. En breve, convocará una asamblea de la asociación vinculada a la fundación, para reactivarla.

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