El pésimo estado de conservación del monte en en el que pastorean las reses equinas que conforman las manadas de O Santo (cuajado de una densa maleza), las inclemencias meteorológicas que debilitan a las reses y los lobos están diezmando la yeguada de Rapa das Bestas de Sabucedo. Por eso, la asociación urge la ayuda de Xunta y Concello. De hecho, su directiva se la pidió a principios de semana al alcalde de A Estrada, José López Campos, en el transcurso de una reunión en la que el equipo que preside Henrique Bazal le expuso al regidor local las ingentes dificultades a las que se enfrentan y los proyectos que, a su juicio, podrían contribuir a solucionarlas.

Henrique Bazal estima que en los últimos meses se perdieron medio centenar de reses. La pérdida de animales está siendo "bestial", asegura. La lluvia, el frío y la escasez de alimento en un monte con escaso pasto e invadido de una densa maleza -que incluso dificulta la permanencia de las reses en manadas como medida de protección frente a la acción del lobo- está dejando a la yeguada a merced del depredador. Las yeguas "no se mueven" y "las que no mueren enfermas, las come el lobo", explica. Para evitarlo, señala, urge poner en marcha un plan de choque en los montes. Tal vez este año ya no se llegue a tiempo pero hay que preparar el terreno para el año próximo.

Urge acometer desbroces en el monte que garanticen que los animales tienen alimento en los montes. Además, apunta que estos desbroces tendrían un doble efecto positivo: reducirían la carga combustible de los montes aminorando así el riesgo de incendio y evitarían que las reses tuviesen que bajar a las fincas a alimentarse, como viene ocurriendo día sí y día también, con gran disgusto para los vecinos propietarios de las fincas afectadas y para Rapa das Bestas, que se desplaza varias veces por semana a retirar animales que invaden fincas privadas "seguido". Así ocurre, por ejemplo, en Sebil (Cuntis), en San Isidro o Cimadevila (Campo Lameiro) y en Fondós (Quireza). Rapa das Bestas quiere generalizar los desbroces que viene realizando en los últimos años con el Distrito Forestal XVI a lo largo y ancho de las 3.000 hectáreas de A Estrada, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade y Cuntis que habitan las reses de O Santo.

También pretende evitar que estas, al bajar a los pueblos de la zona, puedan invadir viales con el consiguiente riesgo para la seguridad vial de los usuarios de esas carreteras. Y por eso, vuelve a pedir apoyo para construir cierres perimetrales que delimiten los montes e impidan que los caballos invadan los viales, garantizando que siguen viviendo en el monte en libertad.

Su intención es propiciar también la creación de rutas de senderismo que aprovechen durante todo el año el atractivo que supone ver a los animales en libertad y tienen algunas otras iniciativas orientadas a desestacionalizar el tirón turístico de la Rapa más allá del primer fin de semana de julio.

Todos estos problemas y posibles soluciones estarán sobre la mesa en la reunión con la conselleira de Medio Rural que el alcalde solicitó y que pretende que tenga lugar en los próximos días.