Bulgaria, Croacia, Estonia, Italia, Lituania, Macedonia, Polonia, Rumanía, Serbia y España confluyen en Lalín dentro de una iniciativa puesta en marcha por la Asociación Cultural Aporía. Enmarcados dentro del programa Eramus+, una veintena de jóvenes representantes de asociaciones de estos países participan en un curso formativo para trabajadores en el ámbito juvenil. Las competencias digitales y la educación no formal centran la formación con el objetivo desarrollar competencias y habilidades útiles en sus respectivos trabajos.
Hasta el viernes los participantes estarán recibiendo clases en el aula Cemit del auditorio municipal. Pero no es solo el curso lo importante, sino los lazos y sinergias que se crean a través de la relación de los participantes en sus tiempos libres. Tal y como señala una de las impulsoras de la iniciativa, Patricia Martínez. Explica que para poner en marcha este curso se han puesto en contacto con colectivos de diferentes puntos de Europa para que mandasen algún representante. Así es como se ha conformado el grupo de 22 participantes, con jóvenes de entre 19 a 35 años.
Sashka Stefanovska, del colectivo SWTA de Macedonia, y Daria Condoroteanu, en representación del Doinita Dance Studio de Rumanía, son algunas de las jóvenes que asisten a la formación. Aunque es la primera vez que participan a una iniciativa con este contenido, no es la primera vez que están en España ni la primera vez que en embarcan en un proyecto relacionado con Erasmus+, pues por ejemplo ambas, durante sus respectivas carreras cursaron medio curso en Galicia: Sashka, Administración y Dirección de Empresas en Vigo, y Daria, Diseño en A Coruña. Seis meses fue su estancia en Galicia también con el programa Erasmus, pero dentro de lo que se denomina educación formal, la universidad. En esta ocasión, la semana que pasarán en Lalín, se adentrarán en la educación no formal a través de internet.
En cuanto a su experiencia, Daria reconoce que "es más interesante que una clase más larga porque ahora podemos ver entre todos si hay un problema y resolverlo también entre todos". Considera que es mucho más práctico realizar la formación durante una semana entera en un lugar, que hacerlo de manera fraccionada. Por su parte, Sashka cree que "es una forma de aprender muy creativa, porque con la educación no formal también tenemos simulaciones, podemos aprender con problemas reales, es más divertido". Explica que, una vez conocidas las herramientas que se pueden utilizar, pueden practicar por si en alguna ocasión se enfrentan una situación que necesiten utilizarlas. Sashka dice que aunque ya fue a unas seis formaciones dentro de Erasmus+, este es la primera relacionada con la educación no formal, por eso "quería aprender y desarrollar un poco más mis habilidades", sostiene. "En mis prácticas que realizo en el colectivo en el que estoy también hago un método online y quería mejorar, es muy popular utilizar internet y nos hace la vida mucho más fácil y creo que es muy importante saber como utilizarlos", apunta.
Asimismo, esta formación sirve para complementar su propia carrera profesional. Destacan que la educación no formal también sirve para potenciar el camino laboral. "Aquí puedo adquirir habilidades de presentación, para desarrollar tu pensamiento crítico, mantener discusiones...", indica. Martínez destaca las conexiones que se crean en este tipo de formaciones, "se pueden crear redes donde pueden aflorar otros proyectos, que no surgirían sin estas iniciativas", apunta. También señala que estas formaciones, voluntarias, sirven para construir y complementar una carrera profesional, además de ayudarte a nivel personal.
