Desde hace 30 años Cruz Roja lucha contra la soledad, no solo contra la que padecen muchas personas mayores sino también con la que afecta a aquellas que se encuentran en una situación de exclusión social. A la largo del último año la organización atendió a más de 930 personas mayores de A Estrada y Lalín a través de diferentes proyectos encaminados a paliar la soledad, prevenir el maltrato, el abuso o la negligencia, así como a fomentar un envejecimiento activo que favorezca la autonomía personal, permitiendo a los mayores permanecer en su residencia habitual.

Reducir la soledad y el aislamiento involuntario de los mayores de 65 años que no dispone de una red social acorde a sus necesidades el objetivo principal del proyecto Red Social para Personas Mayores: Enrédate. Desde la Cruz Roja se explicó ayer que la idea es que la persona pueda incrementar y afianzar su red social, dándole "soporte emocional, personal y preventivo, no solo mediante el contacto con sus familiares sino también haciendo nuevas amistades entre participantes del proyecto". Con ello se combate el sentimiento de soledad y el aislamiento voluntario.

En 2017, en A Estrada 145 mayores -132 mujeres y 13 hombres- fueron atendidos en el proyecto Enrédate. En Lalín fueron 87 los beneficiarios, 24 hombres y 63 mujeres.

Los datos que baraja Cruz Roja apuntan a que el 26% de las personas a las que atienden viven en situación de soledad. Señalan asimismo que en la mayor parte de los casos son mujeres y destacan que más del 51% tienen 80 o más años.

La entidad explica que el proyecto Enrédate tiene tres líneas fundamentales de actuación: actividades de información destinadas a la adquisición de conocimientos técnicos necesarios para reducir la soledad y el aislamiento; entrega y préstamo de recursos materiales y económicos para reducir las vulnerabilidades relacionadas con la soledad y actividades formativas para la adquisición de competencias personales que fomenten la participación de las personas en la mejora de su propia problemática.

De nuevo el voluntariado es una pieza clave y fundamental para que Cruz Roja pueda desempeñar esta labor. En el caso de Tabeirós-Terra de Montes y Deza, una treintena de voluntarios colaboraron con los proyectos de mayores, brindando su ayuda para escuchar y ofrecer contacto humano, ayudando a evitar el aislamiento y propiciando un nexo con la comunidad.

Cruz Roja incidió también ayer en que, aunque la soledad se percibe socialmente común problema exclusivo de las personas mayores, la realidad es otra. Acontecimientos como la maternidad joven, el desempleo, la aparición de problemas de movilidad, el duelo por un ser querido, un divorcio o la emigración, entre otros muchos, puede ocasionar una pérdida de contacto con el entorno.