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El SOS del retablo de la iglesia de Donramiro

Garantizadas las obras en la cubierta e interiores del templo, su lienzo de madera de estilo barroco urge una restauración

Otro detalle del retablo. // Bernabé/Javier Lalín

La participación de la Xunta en la rehabilitación del templo de Santa María de Donramiro ha sido fundamental para evitar que la iglesia no continuase su importante proceso de deterioro. Con la reposición de la cubierta y otros trabajos interiores, financiados por la Consellería de Cultura con 177.000 euros, se logra el objetivo de preservar el interior del inmueble de filtraciones de agua y humedades que padece desde hace muchos años y que motivaron que sus responsables religiosos decidiesen suspender hace un par de años el culto en la iglesia por cuestiones de seguridad de los feligreses.

El proyecto que acaba de ser licitado por la administración autonómica comprende tanto la reposición del tejado como, entre otros trabajos, la construcción de un nuevo coro, una vez que el actual presenta numerosas humedades y su madera de pino será sustituida por una superficie de madera de castaño. Desde hace años subir a la tribuna supone un serio riesgo para los fieles porque hay partes del suelo en las que la madera ha desaparecido o corre riesgo de desplome por la afección de la humedad. El proyecto público también servirá para corregir una unas obras realizadas en la bóveda, que historiadores sitúan a mediados de la década de los años 50 del siglo pasado, cuando los entonces responsables eclesiásticos del templo tuvieron la ocurrencia de retirar la madera de la zona abovedada y realizar un trabajo con ladrillo, degradando la estructura primitiva de un templo, cuya fachada y primer tramo de la nave es de estilo románico. El resto del edificio habría sido reformado en el siglo XVII, elevando sus muros y alargando la cabecera. De estilo barroco es un retablo cuya conservación se ve amenazada desde hace demasiados años. Elaborado en madera y decorado en color dorado, el lienzo fue repintado, según aseguran algunos vecinos de mayor edad, hace más de medio siglo. Parte de esta estructura está carcomida y las pintura que se conserva en la base está muy deteriorada, también, por la filtración de agua constante durante años. El párroco de Donramiro, Marcos Torres, reconoce que actualmente no se atisban vías que permitan financiar la restauración del retablo, al tiempo que, dice, se planteará a la Xunta que con las obras de la cubierta se pueda valorar por encima en qué estado se encuentra. Al menos, dice, con los trabajos que acaban de ser licitados se preserva al templo de la entrada de agua.

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