El colectivo Adega (Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza) presentó ayer en la librería Couceiro, en Santiago, su Informe do estado de saúde dos ríos galegos 2017, en el que figuran los resultados de 158 inspecciones, realizadas en primavera y otoño. Si en el análisis de 2016 aparecían tres cauces de las comarcas, el río Arnego, Ulla y Liñares, en el del año pasado las muestras se ciñen al Ulla y al Liñares, a su paso por A Estrada.

Los análisis en aguas del Ulla se realizaron en otoño y permiten detectar que continúa la presencia de tres especies de flora invasoras: el eucalipto, la falsa acacia y el helecho de agua. No aparecen, a diferencia del informe de 2016, la acacia negra, las mimosas, la Tradescantia ni la Tritonia. Los voluntarios tampoco detectaron ejemplares de fauna exótica, como la almeja asiática, que sí vivía en estas aguas en 2016. El Ulla mantiene la calificación de hábitat excelente y buena conservación del bosque de ribera, pero su calidad biológica ha pasado de ser muy buena a presentar alteraciones importantes. De hecho, su calidad se tornó deficiente en un tramo al paso por Touro, igual que ocurrió con otros ríos de la provincia como el Gafos a su paso por Pontevedra.

En cuanto al Liñares, se hicieron dos muestreos, uno en primavera y otro en otoño. Los resultados indican que su hábitat es excelente, que el bosque de ribera está bien conservado y que la calidad biológica es buena. Pero sigue detectándose la presencia de visón americano como fauna invasora, mientras que entre la flora exótica se repiten tres especies que ya se habían detectado en las prospecciones de 2016: falsa acacia, herba tintureira y mimosa.

La proliferación de especies alóctonas que padecen el Ulla y el Liñares no es ajena a los demás ríos de la comunidad. El informe de Adega indica que el 82% de los tramos estudiados tienen especies invasoras, mientras que en 2016 el porcentaje era del 78%. Adega está identificando especies exóticas invasoras (EEI) desde el año 2007, y se encuentra inmersa en un mapeado que puede servir de inicio para el Atlas Galego de EEI. Apunta que los valores de calidad biológica son similares a los del periodo 2014-2016: el 64% de los hábitat están bien constituidos en primavera, y el 68% en otoño. Pero es que más del 30% presentan un hábitat o muy degradado o con alteraciones. En cuanto al bosque de ribera, entre el 40 y el 45% de las masas arbóreas presenta un buen estado, pero el 24% se encuentra muy degradado. Este porcentaje está aumentando de forma progresiva desde 2014, cuando estaba en un 18%. Es porque los márgenes con alteraciones importantes no se recuperan, sino que se destruyen cada vez más.