La lalinense Leonisa González, de 90 años de edad, forma parte ya de la historia de la ciencia. Su nieta, Marta Gil González, ha querido rendirle homenaje poniéndole su nombre a una nueva especie de hidrozoo. Diphasia leonisae es la denominación de la primera especie nueva descubierta por esta joven que siempre ha estado fascinada por la mar. Marta, y su compañero Fran Amil, descubrieron hasta cuatro nuevas especies de hidrozoos, que comparten familia con corales o medusas, entre otros.
-¿Por qué le puso el nombre de su abuela Leonisa a un hidrozoo?
-Realmente fue la primera especie que descubrí, y mi jefe me dijo que fuera pensando en un nombre. Entonces, me gustó dedicárselo a ella porque cuando me vine a Vigo a hacer Ciencias do Mar, una carrera poco conocida, mi abuela me decía que estudiara una carrera más "normal", como Medicina, Derecho o algo así. Incluso me surgió la oportunidad de ir a una campaña oceanográfica y embarcarme, y ella no entendía que eso de meterme en un barco me gustara. Siempre me dijo que mientras yo fuera feliz, que lo hiciera. Siempre estuvo ahí apoyándome en todos los aspectos. Me pareció un bonito detalle dedicarle el nombre del hidrozoo por todo lo que ayudó.
-¿Qué le pareció la idea?
-Al principio le pareció algo extraño, pero en cuanto se quedó a solas conmigo me dio las gracias. Estuvo leyendo la noticia que salió en la web universitaria, y eso que algunas veces le cuesta mucho leer, pero parecía my ilusionado por ver su nombre en algo así.
-¿Cómo surgió la posibilidad de realizar esa investigación?
-Mientras estaba preparando la tesis doctoral llamaron al grupo de investigación para colaborar en un proyecto con la FAO, y al final fuimos mi jefe, Fran Ramil, y yo. Embarcamos en 2015 en un barco oceanográfico noruego, salimos desde Ciudad del Cabo, y llegamos a Namibia. El objetivo de la expedición era estudiar el impacto que tenían las pesquerías en una zona de montañas submarinas que hay allí.
-¿Cuándo descubre el hidrozoo que lleva el nombre de su abuela?
-Forma parte de los resultados que obtuve en mi tesis doctoral. Durante cuatro años estuve haciéndola, y estudiando material recogido en el noroeste de África entre Gibraltar y Guinea-Bissau. Estuvimos identificando todas las especies que aparecieron en esa zona tan grande de mar. En esos últimos cuatro años fue cuando aparecieron varias especies nuevas de hidrozoos, entre las que estaba el Diphasia leonisae, que si no recuerdo mal apareció hace unos dos años.
-¿Es fácil descubrir nuevos hidrozoos en el mar, tal y como se encuentra en estos momentos?
-Depende de las zonas en las que tengas que trabajar. Nosotros estuvimos en el noroeste africano, una zona que prácticamente no se estudió hasta ahora. Eso hace que aparezcan muchas cosas nuevas, incluso la diversidad y la abundancia de estas especies es mucho más alta de lo que esperábamos tanto nosotros como el resto de científicos que estuvieron por allí. Tengo que reconocer que estamos encontrando cosas muy interesantes, lo que hace todavía más atractivo este tipo de trabajos científicos.
-¿De dónde le viene a una lalinense el gusto por la mar?
-No sé. De hecho, durante toda mi vida tenía claro que quería hacer Veterinaria, pero gracias a Dios tengo una amiga que también es de Lalín, y que se fue a Vigo a estudiar, que fue la que me dijo que allí había una carrera que igual me podía gustar. Incluso me llegó a decir que Ciencias do Mar pegaba mucho conmigo, y me trajo los papeles para matricularme y todo unos tres meses antes de presentarme a la Selectividad. Los vi y me dije que podía probar, y la verdad es que fue lo mejor que pude hacer porque ahora estoy encantada tanto con poder haberla estudiado como con la posibilidad de poder dedicarme a hacer investigación marina.
