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Lourdes Pazo García: "Cuando se piensa en prostitución, no se ve la situación que sufre la víctima"

"Muchas afectadas de trata de seres humanos no se atreven a denunciar por miedo"

Lourdes Pazo, en la sede de Vagalume en Santiago.

El Centro de Información á Muller (CIM) de Silleda acoge hoy, a partir de las 11.00 horas, una charla de Lourdes Pazo sobre la trata de seres humanos. La actividad está abierta al público y forma parte de las actividades de concienciación que se organizan al amparo de la Rede de Entidades Locais contra a Violencia de Xénero. La conferencia servirá también para conocer el trabajo que desarrolla el programa Vagalume en pro de los derechos sanitarios y de inclusión social de estas víctimas y de sus familias.

-¿La trata de seres humanos y, sobre todo, de mujeres para fines sexuales, es ya una realidad en España?

-Por supuesto. La trata de seres humanos no es una realidad ajena a España, pero también es verdad que no es habitual que se trafique con mujeres españolas. Lo habitual es que las víctimas, aquí sean subsaharianas, sobre todo nigerianas, de Latinoamérica y en especial de Colombia y, por último, de Europa del Este, destacando las ucranianas y rusas. Por norma, las víctimas de la trata de seres humanos son mujeres procedentes de países o bien pobres o bien en una situación política difícil.

-¿Todas llegan al país sabiendo que van a dedicarse a la prostitución?

-Algunas lo saben, pero ignoran en qué condiciones van a desempeñar su trabajo. Por ejemplo, las nigerianas vienen engañadas y llegan a España para pagar deudas muy elevadas, en torno a 50.000 euros. Antes de salir de su país, se les practica un rito de vudú mediante el que se comprometen a devolver el dinero. Al llegar aquí, se da cuenta de que solo pueden saldar dicha deuda mediante la prostitución, y tienen miedo a denunciar porque sus familias están amenazadas. En cuanto a las latinoamericanas, sus deudas suelen ser más pequeñas, y llegan con el compromiso de prostituirse, de forma obligada. Encima, soportan una tremenda presión, y no me refiero a una presión de estar encerradas en un piso, sino a de carácter psicológico. Por último, en el caso de las víctimas del este de Europa suele ser frecuente el perfil de novio o pareja que las trae a España y aquí la obliga a prostituirse. Él, o pequeñas mafias, se quedan con todo el dinero. Además, estás mujeres no suelen tener una situación irregular, ya que son ciudadanas europeas, pero tienen que ver más con la captación por parte de mafias.

-A pesar de que los motivos de unas y otras son diferentes, la situación que viven aquí acaba siendo muy parecida para todas estas víctimas. ¿Se atreven a denunciar?

-Pues lo cierto es que aquí en España las denuncias por trata de seres humanos no son muy numerosas, porque ellas tienen mucho miedo de que les ocurra algo a sus familias y, además, el proceso judicial suelen ser muy largo.

-¿Ayudaría si la prostitución pasase a catalogarse como un delito, puesto que el proxenetismo ya está calificado como tal en varios países?

-Creo que las víctimas de la trata de seres humanos no van a desaparecer mientras nos centremos en las mujeres, y no en la demanda, en los clientes y en la visión de la mujer como un objeto sexual.

-¿Aún siguen en vigor ciertas falsas creencias sobre si la prostitución puede escogerse libremente? ¿Las nuevas generaciones ven ya a la mujer como de igual a igual?

-Desde el programa Vagalume impartimos clases de concienciación en colegios e institutos, y hay veces que no sabemos si la sociedad camina hacia adelante o hacia atrás en cuanto a la igualdad de género y a desterrar ciertos tópicos. Aún nos queda mucho camino en esto de la concienciación, porque todavía hoy, cuando se piensa en prostitución, la imagen que suele venirte a la cabeza es la de una mujer con poca ropa, no la de la situación por la que atraviesa esa persona en cuanto a mafias o presiones. De hecho, cuando uno piensa en la prostitución no piensa en el dinero que se mueve con esto, o en que una persona pueda pagar por este tipo de servicios.

-Señala que los juicios sobre situaciones de explotación sexual suelen prolongarse en el tiempo, y de ahí que muchas prostitutas descarten recurrir a esta vía. ¿Pueden, una vez que deciden abandonar la prostitución, reinsertarse en el mercado laboral?

-Uno de los problemas de la trata de blancas es que a lo mejor no consiguen salir de ese círculo, o que ellas deciden, libremente, continuar con ese trabajo. La inserción laboral es muy difícil, porque las alternativas que hay hoy en día, con el país sumergido aún en los coletazos de la crisis, aún son muy complicadas. Y no podemos olvidar que ellas tienen una responsabilidad para con sus familias, pagar esa deuda que dejaron en su país y por la que suelen amenazar a sus padres y a sus hijos.

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