El Instituto Enerxético de Galicia (Inega) concedió el año pasado quince ayudas para instalación de calderas de biomasa en Deza y catorce de ellas fueron cobradas y justificadas por parte de los concellos de Silleda y Vila de Cruces. La única que no llegó a materializarse fue la otorgada a Lalín con destino al auditorio de Vilatuxe, a la que el propio ayuntamiento renunció con el argumento de que no le daba tiempo a contratar y ejecutar la obra en plazo para justificarla. Sin embargo, el Partido Popular lo atribuye a la "negligencia gestora del desgobierno de [Rafael] Cuíña".

Los populares califican de "sonrojante y preocupante" que concellos como Silleda o Vila de Cruces, "más pequeños y con menos personal", sí fuesen capaces de adjudicar hasta catorce proyectos -entre los dos- con cargo al Inega y que al de Lalín "no le diese tiempo a adjudicar uno solo" y perdiese la subvención de 41.236,8 euros que tenía concedida. Mejor dicho, renunció a ella el 2 de noviembre, cinco días antes de terminar el plazo para hacerlo, si bien no dio explicaciones hasta finales de año, a raíz de la crítica del PP por su "nefasta gestión" en este asunto.

Una vez consultada la documentación relativa a la subvención perdida para la caldera de Vilatuxe, el portavoz popular, José Crespo, tiene "aún más claro" que la pérdida de la inversión autonómica se debió "a la negligencia gestora" del ejecutivo de Cuíña, "y no a un tema de plazos, como intentó colocar para disculpar su ineficacia".

Pero los populares van más allá y afirman que Lalín ha sido uno de los pocos concellos incapaces de invertir ese dinero del Inega. La aportación fue comunicada el día 2 de agosto a los ayuntamientos, que tuvieron tres meses y cinco días para adjudicar, ejecutar y justificar la inversión. Con el mismo margen de maniobra -arguye el PP- concellos de menor tamaño consiguieron ejecutar y justificar en tiempo cuantías similares o incluso muy superiores a la otorgada a la administración lalinense. Y citan los ejemplos de Ordes, con 94.476 euros de subvención, O Pino (43.738), Cambados (38.704) o Santa Comba, con 40.221 y 20.111 euros en dos proyectos.

La comparativa "más clarificadora de la nefasta gestión del desgobierno de Cuíña" es, según Crespo, con concellos dezanos, una comarca en donde, de las quince ayudas otorgadas, solo fue desestimada la de Lalín con el pretexto de que era imposible cumplir los plazos. De hecho, el cuatripartito ya la había calificado de ayuda "trampa" en agosto, nada más saber de su concesión.

Por su parte, el Concello de Silleda, en los mismos tres meses de plazo, ejecutó y justificó doce proyectos con cargo a esta contribución del Inega por un montante global de 77.272,54 euros. La inversión sirvió para costear un proyecto de 40.221,37 euros, otro valorado en 20.111,17 euros y diez más cifrados en 1.694 euros cada uno. Todos ellos fueron adjudicados en la junta de gobierno del 18 de septiembre de 2017, un mes y 16 días después de conocida la concesión de las ayudas y mes y medio antes de tener que justificarla, el 7 de noviembre. Estos proyectos sirvieron para dotar de calderas de pellets los centros sociales de los mayores de Silleda y A Bandeira y locales sociales de diez parroquias.

En Vila de Cruces fueron dos los proyectos ejecutados y justificados con cargo a esta línea de ayudas por un montante de 3.729 euros, que se destinaron a sendas calderas de pellets en las parroquias de San Pedro de Losón y Camanzo.

"Los datos desmontan la falacia de la subvención trampa que quiso colocar Cuíña a los vecinos, a los que mintió para tapar su incompetencia gestora y la negligencia en el manejo del dinero municipal", colige el edil popular. Al mismo tiempo, sostiene que si el auditorio de Vilatuxe está hoy sin la caldera, que su partido había solicitado a través de una moción, "es únicamente responsabilidad del gobierno de Cuíña, el único de la comarca que no fue capaz de aprovechar el dinero que le daban".

Al líder de la oposición le parece "preocupante" que un departamento municipal pudiese emitir un informe en el que "se intentó justificar la escasez de plazos que solo le ocurrió a Lalín" y que no cuadra con los datos que arrojan otros concellos. También demuestra "la escasa cintura administrativa" del cuatripartito, pues, a sabiendas de lo ajustado del plazo, tardó desde el 2 hasta el 28 de agosto en habilitar el crédito necesario, "perdiendo 26 días que eran precisos para la tramitación".

Expediente urbanístico

Por último, el PP estudia desde ayer el expediente urbanístico del auditorio de Vilatuxe y ya hay datos que no le cuadran con respecto al informe emitido por el arquitecto municipal. En todo caso, se pronunciará cuando termine de analizar todos los documentos.