El presidente del Consorcio, Ramiro Varela, apuntó que medidas como aumentar una plaza de bombero, disponer de refuerzos para hacer turnos con cuatro efectivos o pagar la nocturnidad eran propuestas inasumibles, y que ahora se estaba intentando mantener el pago de las horas extra que, para la plantilla, pasan por ser las peor pagadas de todo el Estado.

Para los trabajadores del parque con sede en Silleda, la nula disposición del Consorcio a negociar se debe a "Muñoz y su obsesión por seguir ninguneando a los trabajadores, queriendo recortar todavía más un salario que ya es mileurista". Esta actitud fue la que desembocó un conflicto colectivo latente durante años pero que terminó estallando el pasado verano. Es cierto que el salario bruto de un bombero de Silleda, 1.600 euros al mes, está por encima, por ejemplo, de uno del Consorcio Provincial de Pontevedra (1.427), pero a la hora de aplicar retenciones, los efectivos de Deza-Tabeirós se quedan con una nómina que no llega a los 1.200 euros, por un trabajo que incumple recomendaciones como las salidas en binomio (en grupos de dos para garantizar la seguridad de los bomberos) o que, al no estar calificados como funcionarios, no les permite, por ejemplo, desalojar edificios o entrar en propiedades particulares. Silleda es el único parque español que carece de convenio colectivo.