Durante su estancia en el matadero de A Bandeira, Ángeles Vázquez también quiso pronunciarse sobre la propuesta de Unións Agrarias de mudar el sistema de detección de tuberculosis para evitar un número tan elevado de sacrificios en comparación con los positivos (1.287 y 40, respectivamente, en el año 2016). La conselleira apeló a la "responsabilidad, ya que se está poniendo en duda el buen hacer de los técnicos y especialistas de la Xunta, así como todo el sistema sanitario animal de la comunidad y, por tanto, la calidad de nuestros productos".

Para reforzar sus declaraciones, Ángeles Vázquez recordó que el pasado mes de octubre se catalogó a Galicia como región oficialmente indemne de brucelosis bovina, una distinción que se suma a la que ya se tiene desde 2013 en cuanto zona libre de brucelosis ovina y caprina. Es más, en este mismo mes de febrero se solicitará a la Unión Europea que se declare a la provincia de Pontevedra como indemne de tuberculosis bovina, tras seis años sin prácticamente casos confirmados, como indican desde Medio Rural. Confía en que este distintivo pueda aplicarse a medio plazo a las otras tres provincias gallegas. En el fondo, este departamento y Unións Agrarias coinciden en el buen registro sanitario que muestran la mayoría de las explotaciones ganaderas de vacuno.

La conselleira insistió en la necesidad de que las granjas gallegas recríen con animales de sus propias explotaciones o de granjas de la comunidad, hasta el punto de que, en lugar de importar animales de otras autonomías (que podrían venir contagiados) se le dé la vuelta al sistema para vender las reses al resto del país. Vázquez descarta la posibilidad de que en Galicia se aplique un sistema de control y erradicación de la tuberculosis similar al que se aplican en otras autonomías "donde se dan más casos positivos" que en Galicia.