De"infumables" y "barrabasada". Así califica el presidente del Consorcio de Bombeiros de Deza e Tabeirós-Montes, Ramiro Varela, la media docena de medidas que pide la plantilla para mejorar la calidad del servicio y que desea exponer en el próximo pleno. El también alcalde de Agolada argumenta que si se atienden estas reivindicaciones, habrá que aplicar medidas similares a los 24 parques que gestionan a medias la Xunta y la Diputación de Pontevedra.

Varela esgrime que las dos administraciones tienen ya los presupuestos cerrados para el año en curso, y que el Consorcio carece de remanente no ya para crear las tres plazas con las que se garantizarían cinco turnos con cuatro efectivos cada uno (ahora la plantilla cuenta con 17 bomberos), sino incluso para activar tan sólo una. "Ahora estamos trabajando para que no pierdan con respecto al año pasado, para poder pagar las guardias de 24 horas", que hasta 2017 pudieron cubrirse, como indica Varela, con el ahorro de la plaza de gerente -Juan José Muñoz estuvo como responsable de la Axega hasta septiembre-. Una vez que este cargo vuelve a estar ocupado, el pago de las guardias "tendrá que cubrirse con lo que salga de la Xunta y la Diputación".

El presidente del Consorcio, igual que en anteriores declaraciones, insiste en que no le corresponde a él pronunciarse o modificar el sistema, ya que son las dos administraciones supramunicipales las que corren con los gastos de este servicio. En breve, el Consorcio celebrará el pleno en el que se debatirán los presupuestos, una cuestión que se pospuso en la sesión de noviembre en aras de esperar a que los presupuestos de la Xunta y la Diputación quedasen aprobados de forma definitiva. En todo caso, Varela está dispuesto a que la plantilla exponga en el próximo pleno sus demandas, pero recalca que éstas tendrán que ser revisadas de forma concienzuda por los cuatro representantes del gobierno provincial y del autonómico (dos por cada administración).

Varela no menciona, sin embargo, el gasto que puede suponer mantener al aún jefe accidental, Francisco Valiño, en su cargo, casi medio año después del regreso de Muñoz a la gerencia. Desde la plantilla se insiste en que éste vuelva a su puesto de bombero-conductor al menos mientras no se formalice la convocatoria de la plaza de sargento, que a todas luces, según apunta Comisións Obreiras, será diseñada para este efectivo. En las demandas de la plantilla se recogen peticiones como el pago de la nocturnidad para el turno entre las 22.00 y las 6.00 horas, refuerzos que cobren 390 euros por guardia para los turnos donde no se cuente con cuatro bomberos o que se negocie la disponibilidad para prestar servicios en causas que no sean de fuerza mayor.