Vila de Cruces redacta un plan sectorial para cederle a la Xunta terrenos del polígono agroforestal de Cumeiro de cara a la implantación de nuevas empresas. La iniciativa se enclava en el convenio Concellos doing business. En virtud de este acuerdo, ayer se aprobó en pleno y por unanimidad la modificación de las ordenanzas del IBI y del IAE para, precisamente, atraer nuevas firmas. Por unanimidad, se acordó que en ambos tributos se aplicará una deducción de hasta el 50% cuando la nueva empresa o la ampliación de una ya existente suponga un incremento de entre el 10 y el 20% de la plantilla, mientras que la bonificación será del 95% si ese aumento de personal supera el 20%.

Fue, por así decirlo, la réplica del gobierno a las deficiencias que halló la oposición en los presupuestos para este año, cifrados en 3.829.673 euros, un 6,5% más que los de 2017. El BNG detectó que en estas cuentas ya no se destina ni un euro al matadero de gallos, construido en 2010 y víctima de saqueos hasta del cableado eléctrico. El alcalde, Jesús Otero, aseguró que sí se rematará este inmueble, del mismo modo que se va a buscar financiación para el complejo deportivo Sergio Iglesias, aunque sea mediante un crédito. Tanto el portavoz del Bloque, Xoán Blanco, como la número dos del PSOE, María del Carmen Silva, ironizaron sobre los beneficios que puede traer la futura pista de pádel (costará, en total, 141.000 euros, aunque se subvencione con un plan provincial) para fijar población en el municipio. Silva recordó que en 10 años se perdieron 1.500 personas, de modo que la política correcta sería incrementar las ayudas para los ganaderos, destinar dinero a las concentraciones parcelarias o fomentar la natalidad y el comercio.

El presupuesto salió adelante con el voto del PP, a pesar de que Otero le hizo un guiño a Blanco para que su partido le apoyase. La cuenta, en principio, incumple el techo de gasto (eso se verá en la liquidación), pero el edil de Facenda, Manuel Souto, aclaró que se podía dejar de aplicar una partida de superávit, pero no se consideró adecuado.

Zapatillas y protocolo

El presupuesto no fue el tema candente del pleno. La aprobación del primer reconocimiento extrajudicial de crédito del año, 143.627 euros para pagar facturas, dejó entrever hasta qué punto los derroteros políticos y los burocráticos del concello caminan a ritmos distintos. Ocurre en otros ayuntamientos, como Lalín. Silva se valió de un informe de Intervención en el que se señalan errores como facturas que deberían imputarse a ejercicios anteriores, la ausencia de certificados según los que las empresas están al día en los tributos o el hecho de imputar en la partida de protocolo la compra de 50 pares de zapatillas para regalárselas a los internos de la residencia de mayores. Otero es consciente de que el secretario y la interventora trabajan por las tardes e incluso en casa. Sin embargo, la interventora, Eva Rodríguez, pidió, en vano, que se establezcan prioridades aunque suponga no solicitar alguna subvención. De igual modo, el gobierno hizo oídos sordos de la propuesta del secretario, Javier López, de aplazar al próximo pleno la aprobación del convenio con Lalín para arreglar un camino en San Pedro de Losón y O Corpiño. El proyecto llegó anteayer a Cruces y, por norma, debe estar tres días en Secretaría para ser informado. La oposición se abstuvo. Es más, la interventora hasta desconoce los trámites para la ayuda. El arreglo cuesta casi 47.500 euros, pero hay una subvención de 37.927. Cruces aportará 7.033, y Lalín, 2.455.