Agentes de la Guardia Civil de Lalín detuvieron ayer a J. A. R. C. , de 45 años, y a su pareja sentimental, M. R.T., vecinos de la parroquia lalinense de Sello, después de encontrar el pasado viernes sin vida a la madre del varón en una vivienda del lugar de Cima de Sello. El cadáver de María del Carmen Castro Lamas, de 71 años de edad, que vivía sola tras enviudar hace un año, apareció sentado en el suelo apoyado en la cama en donde permanecía postrada desde hace algún tiempo. De hecho, eran su hijo y, sobre todo, su pareja los encargados de proporcionarle los cuidados necesarios en una de las de las dos casas que posee la familia en esta parroquia de Lalín. Los investigados fue ron trasladados ayer a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra para pasar la noche en sus calabozos, y está previsto que presten declaración a lo largo de hoy en el Juzgado Número 1 de Lalín.

Un par de patrullas de la Benemérita, una asistenta social, miembros de los servicios funerarios y de los servicios sanitarios se personaron en el domicilio donde apareció la malograda mujer tras descubrirse su cadáver. El facultativo se negó a certificar la muerte debido a la posibilidad de que ésta se hubiera producido de manera violenta. Los resultados de la autopsia encargados por la investigación intentarán arrojar luz en las próximas horas sobre las verdaderas causas del óbito. El dispositivo puesto en marcha tras el descubrimiento de los restos mortales de la mujer levantó mucha expectación entre los vecinos de la aldea, donde la familia es muy conocida. El hijo de la fallecida trabajaba en la actualidad en una explotación ganadera, y ya había realizado esas labores en otras granjas de la zona. La presencia de la asistenta social en el lugar se debe a la precaria situación en la que vivía dicha familia, sobre todo desde que se produjera el fallecimiento del esposo de María del Carmen Castro Lamas. Anoche, un solitario perro hacía guardia junto a la casa donde se produjo el fatal desenlace el pasado fin de semana sin que se apreciara movimiento alguno en su interior. La familia también es propietaria de otra vivienda situada a medio camino entre los lugares de Fontecabalos y A Xesteira, aunque la fallecida y el resto de la familia habían optado por utilizar desde hace tiempo la vivienda de Cima de Sello para habitar, que fue donde finalmente se produjo el desgraciado incidente.

El de Sello es el segundo caso en apenas dos meses de alguien que aparece muerto en su casa, en la cabecera comarcal dezana. Cabe recordar que miembros de la Guardia Civil y del GES Lalín encontraron muerto a un vecino de Bermés el pasado mes noviembre en su casa. José Gómez García, de 72 años, vivía solo en esta parroquia lalinense, y fue un familiar el que al acercarse a la vivienda y ver que estaba todo cerrado se preocupó por su estado. Por esta misma razón, dio aviso a los servicios de emergencia por temor de que al hombre le hubiese pasado algo. Tras llegar los efectivos se encontraron al hombre dentro ya fallecido, pero en ese caso de muerte natural.