Es un parque que haría las delicias de cualquier niño. Eso sí, antes de que el abandono, seguramente de la mano del vandalismo, lo convirtiese en un lugar poco recomendable para el juego y la visita. El Concello de A Estrada construyó hace nueve años un área de juego infantil en un terreno municipal junto al río Liñares, a escasos metros de la playa fluvial. Sin embargo, la demanda nunca llenó de risas y actividad este parque, que no tardó en caer en el limbo del semiabandono. El suelo de caucho luce arrancado entre la hierba y de la pasarela de madera y los columpios solo queda el recuerdo.