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Estado del inmueble propiedad de la Xunta

El "Partenón" de Medelo cumple dos décadas

El camping de la parroquia silledense muestra multitud de destrozos, además de un completo abandono -Los vecinos se preguntan para qué ha servido "una enorme inversión" o por qué no existe ningún tipo de vigilancia

Estado de la cocina del antiguo restaurante . // Bernabé

En la parroquia silledense de Medelo ya no les sorprende que hayan vuelto a robar en el camping. La infraestructura pide a gritos que alguien apueste por ella, pero mientras las instalaciones se van cayendo a cachos. El último robo tuvo lugar el miércoles pasado cuando la Guardia Civil detuvo a cuatro vecinos de Maside (Ourense) tras sorprenderlos in fraganti desvalijando todos los materiales del sistema de calefacción y fontanería. Sin embargo a algunos vecinos dicen no haber visto ni oído nada, aunque muestran su preocupación porque viendo el estado tanto del inmueble como de la zona ya se preguntan "qué cosas se acabarán haciendo ahí", apunta una vecina.

Desde la entrada del complejo se ve el completo abandono del inmueble y de su área. La vegetación ya ha inundado la zona, en el exterior, nada queda del espacio destinado a la acampada, ni que decir queda del parque ubicado entre las piscinas y la cancha de tenis, pues apenas se ve entre la maleza. Ni tan siquiera el aparcamiento se libra. En el interior parece que ha entrado un huracán. Una puerta abierta te permite entrar sin reparos, antes, se puede ver la recepción completamente destrozada, un reflejo de lo que se puede encontrar en el interior. En la planta baja, el escenario es tétrico, la mayoría de las salas tienen desperfectos por vandalismo. La puerta de la cafetería se ve forzada, aunque permanece cerrada. En su defecto, alguien decidió entrar a la sala rompiendo uno de los cristales de la misma. Poco queda de lo que era un lugar de encuentro para los vecinos, "íbamos a tomar el café allí y los niños podían jugar y estar en la piscina en verano", reconocen unos lugareños. En la planta inferior, donde se encuentra el restaurante y la cocina, mesas y cristalería no son lo único que se puede ver a simple vista, también más de un ventanal roto. En la cocina las neveras están volcadas y todo desvalijado. La parte superior, donde están las habitaciones también muestra grandes desperfectos. En el pasillo dos colchones repletos de cristales rotos dan la bienvenida. En los cuartos, algunos de ellos con suelos levantados, también hay signos de vandalismo, sobretodo en los baños con elementos destrozados.

·e inauguró en 1997, de la mano del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Funcionó como tal solo durante cuatro años luego pasó a funcionar como albergue de peregrinos, con ocho plazas, hasta 2013, cuando Turismo de Galicia abrió el albergue de A Bandeira. El pasado año el Concello de Silleda se reunió con Turismo para buscarle una solución que no se atisba, porque ni la Xunta invertirá en él ni el Concello puede hacerse cargo.

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