Cada vez que se organiza un torneo de zorro, reaccionan los animalistas, así que el Campeonato Galego que se celebrará este sábado en Dozón no iba a ser ajeno (por cierto, una de las 16 cuadrillas será la local). La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber (FFW) censuran esta competición y critican que se comparen "actividades saludables con la matanza sistemática de animales silvestres". Para estos dos colectivos, es censurable que acuda la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, a una práctica "donde animales de apenas 14 kilos de peso son tiroteados o despellejados literalmente por manadas de perros". Añaden que los torneos, en realidad, son "batidas prefijadas que posibilitan ampliar, de manera lamentable, la temporada de caza menor en muchos cotos de Galicia". Estas organizaciones adelantan que elevarán iniciativas al Parlamento de Galicia, al entender que sólo el 2% de la población gallega posee una licencia de caza.

Frente a esta opinión, está de los cazadores, bastante más fundada. El presidente de la Sociedad de Caza de Dozón, José Rodríguez, argumenta que estos campeonatos suelen celebrarse para equilibrar la caza y ante la tremenda densidad de zorro, que además de no tener depredador natural es causante de muchos daños en cultivos y explotaciones que no son tan demostrables como los del jabalí. Es más, en una publicación de la revista Ciencia y caza, se indica que según varios estudios, el zorro es culpable de la pérdida del 50% de ejemplares de liebre en Polonia y, ya en España, este animal destroza cada año el 40% de los nidos de perdiz, y la mitad de los que consiguen llegar a polluelos. En cada parto, pueden llegar a nacer siete zorros. Con todos estos datos, es fácil imaginarse hasta dónde llega su densidad. "En temporada cubrimos el cupo, unos sesenta animales y en un torneo así no se matan más de veinte", apunta Rodríguez.

Visones en Rodeiro

Los cazadores alertan a los ecologistas de malas prácticas que sí ponen en peligro la cadena trófica. Una suelta de visones ¡hace años consiguió que haya ya una colonia viviendo en el río que ejerce de frontera entre Dozón y Rodeiro. Del mismo modo, ya pueden verse cruces entre cerdos vietnamitas y jabalíes, con el peligro de que los primeros pueden parir hasta diez crías, frente a las cuatro del jabalí.