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Siniestralidad vial en las comarcas

Las carreteras de Deza y Tabeirós se cobraron la vida de siete personas durante el año pasado

Es la cifra más alta desde 2010 -Dos de las muertes fueron por atropellos y otras dos de accidentes de moto

Accidente por alcance en la N-525 en Prado | Un accidente tuvo lugar en la mañana de ayer cuando dos vehículos que circulaban en dirección Santiago por la N-525 a su paso por la parroquia lalinense de Prado, tuvieron un choque por alcance. El incidente fue a las 11.30 horas, cuando el primer turismo implicado, un Renault Megane, con un solo ocupante en su interior, se disponía a abandonar la vía, el vehículo de atrás, un Audi A5, en el que circulaban una pareja y un bebé, colisionaron por detrás con el primer coche. No fue necesario que se personara ni Tráfico ni servicios médicos para atender a los ocupantes.

Las carreteras de Deza y Tabeirós-Terra de Montes dejaron un total de siete fallecidos durante el 2017. Una mala cifra, si lo comparamos con los últimos datos, pues no se recuerda un número tan alto desde el año 2010, cuando se registró el mismo número de muertes en la carretera. Con respecto a años pasados, en 2017 falleció una persona más que en 2016 (6) y 2015 (6), dos más que en 2014 (5) y cinco más que en 2013 (2) y los mismos que en 2012 y 2011 juntos, que fueron cuatro y tres fallecidos respectivamente. Asimismo, cabe señalar que dos de ellos fueron muertes por atropello, igual que el año pasado, ambas en la comarca dezana. Además, la comarca de Tabeirós-Terra de Montes volvió a llevarse la peor parte con cuatro fallecidos, nuevamente los mismos que en 2016, mientras que en Deza fueron tres, uno más que el año pasado.

Ya en el primer trimestre del 2017 dos personas perdieron la vida. A comienzos de año se registraba el primer accidente mortal, el 12 de enero un lalinense, vecino de la parroquia de Vilanova, falleció después de salirse de la vía PO-206, a la altura de Sello. El dezano de 43 años de edad viajaba solo en el Renault Clio que terminó empontrándose de forma violenta contra el cierre de granito de una finca situada a la salida de una curva, justo al inicio de la recta de Vilasanco. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar del siniestro, ya nada pudieron hacer para salvarle la vida al hombre.

El segundo de los accidentes mortales se produjo en la misma carretera pero a su entrada a Vila de Cruces. Una vecina de la localidad y de origen portugués perdió la vida después de ser atropellada el 7 de febrero por un Volkswagem Golf que circulaba sentido Lalín, cuando la víctima sacaba a pasear a su perro. El suceso se produjo después de que el animal e soltara de su dueña y esta corriera en su busca en el pasado de cebra sito en el kilómetro 16 de la carretera provincial. La mujer fuera atendida por facultativos del ambulatorio cruceño, que nada pudieron hacer por salvarle la vida.

El 8 de abril un vecino de Ourense falleció tras sufrir un accidente con la moto que conducía por la N-541 a su paso por Cernados, perteneciente al municipio de Cerdedo-Cotobade. El hombre circulaba en sentido a la ciudad de las Burgas en una moto Honda CBR cuando se salió de la vía y acabó encastrado en el quitamiedos. Lo servicios de emergencia no pudieron salvar la vida de la víctima a pesar de que incluso se trasladó un helicóptero medicalizado para trasladarlo al hospital lo antes posible.

La cuarta víctima en un accidente de tráfico en las comarcas tuvo lugar de nuevo en Tabeirós en junio. Una vecina de Cereixo pereció en un accidente en la N-640 a su paso por A Rocha, concretamente en el kilómetro 193, en dirección Caldas de Reis. El vehículo que conducía acabó impactando contra un eucalipto situado en el margen de la carretera. Fue en una curva en sentido ascendente, en una zona de tres carriles, el vehículo invadió el carril contrario, se llevó por delante una señal y se salió de la carretera justo al inicio del guardarrail. La fallecida se dirigía a su puesto de trabajo, en el colegio público Nosa Señora da Piedade en Vila de Cruces.

Otro estradense falleció el 3 de agosto víctima de un accidente de moto. El siniestro ocurrió en una carretera secundaria del lugar de O Vilar (A Estrada), paralela al vial que une la localidad con Ponte Ulla. A pesar de los intentos de reanimación efectuados por los sanitarios no se pudo salvar la vida.

En octubre, una septuagenaria de la parroquia lalinense de Prado fue arrollada por una máquina agrícola delante de su casa. Fue la sexta muerte en las carreteras de las comarcas, la segunda atropellada. La mujer salió para compara azúcar en una tienda cercana y en el momento de cruzar hacia su puerta fue arrollada por un vehículo que se incorporar a la N-525.

El último fallecido tuvo lugar en noviembre. Una joven vecina de A Estrada pereció después de que el vehículo en el que viajaba impactase contra una vivienda ubicada al pie de la carretera que une A Estrada y Forcarei, la EP-7001, en la parroquia de Guimarei. Afortunadamente, el otro ocupante del vehículo puso salir del turismo por su propio pie.

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