Se hace la noche en Belén. Se escucha el llanto de un niño, pronto calmado por la nana y el arrullo de una madre. La ciudad duerme bajo el manto de un cielo cuajado de estrellas. Suena Noche de Paz. Es la noche del 24 de diciembre, que despierta con el canto del gallo al día de Navidad. Trinan los pájaros y el bullicio de lo cotidiano se adueña de la escena. El espectacular belén instalado en la iglesia parroquial de San Paio permite a los vecinos y visitantes seguir toda la secuencia en la recreación de un tradicional Nacimiento que ha vuelto a superarse.

Los niños del catecismo fueron ayer los primeros en disfrutar del trabajo que en las últimas semanas ha venido realizado Isabel Villamor, con ayuda de su familia. Después de largas horas de dedicación, ella misma pudo explicar en la mañana de ayer a los niños las escenas que estaban viendo. Lo hizo acompañada por el párroco estradense, José Antonio Ortigueira, otro gran apoyo de un belén que ya suma una década y que cada Navidad crece en espacio y espectacularidad, sin perder de vista el rigor bíblico y el realismo.

Con 36 metros cuadrados y situado en una de las naves laterales del templo parroquial, el belén incorpora este año una estructura para representar el cielo, consiguiendo que anochezca y amanezca en Belén. Un hilo musical va acompañando este paso del tiempo, haciendo que la representación gane viveza y realismo, aspecto al que también contribuyen las distintas figuras en movimiento.

Nuevas escenas se suman este año a la composición, que vuelve a apostar decididamente por incorporar elementos naturales. Una finca en la que se plantaron lentejas que están germinando dan buena muestra de que en este belén hay vida. Desde la parroquia quisieron agradecer a José Sande y a un vendedor de plantas que acude a la feria de A Estrada su colaboración para que lechugas, plantas o hasta eucaliptos luzcan en un Nacimiento que incorpora el sonido del agua, en la que nadan peces también de verdad.

A lo largo de todo el día de ayer los estradenses fueron acercándose a disfrutar del belén. Las personas que lo deseen tienen a su disposición una hucha con la que hacer donativos para que este Nacimiento siga creciendo.