Pediatras del Complexo Hospitalario Universitario Clínico de Santiago (CHUS) han presentado en el Congreso Internacional del Virus Respiratorio Sincitial, celebrado recientemente en Málaga, la aplicación móvil de la escala ReSVinet, una app para los dispositivos iOS y Android que permite a los padres medir la dificultad respiratoria de los niños menores de dos años. Es el sector de la población para el que se validó la escala, aunque la población objetivo de la misma es todo paciente pediátrico que presente dificultad respiratoria aguda sea cual sea su etilogía.

La escala ReSVinet, que le da nombre a la aplicación, consiste en un sistema de evaluación clínica cuyo objetivo principal es facilitar la comunicación médico-paciente. Ha sido desarrollada por el Grupo de Genética, vacunas, infecciones y pediatría (Genvip) del Hospital Clínico de Santiago, Rede Galega de Investigación Pediátrica (Regalip) y la red europea ReSVinet, coordinados por el jefe del servicio de Pediatría de la gerencia compostelana, Federico Martinón, y el pediatra del CHUS Antonio Justicia. La app que da soporte a la escala ha sido desarrollada por el centro tecnológico Gradiant y ha contado con el apoyo de la Axencia Galega de Innovación y del Ministerio de Economía y Competitividad en el marco de la Estrategia Española de la Innovación en Galicia.

La escala, explican, ha sido validada científicamente por profesionales del servicio de Pediatría de la gerencia sanitaria compostelana y "permite a los padres evaluar el estado clínico de sus hijos menores de dos años ingresados por dificultad respiratoria aguda, básicamente bronquitis aguda". Además, se presentaron en varios congresos los resultados de su aplicación para todo el rango de edad pediátrica en Atención Primaria, donde la sintomatología respiratoria puede suponer entre dos tercios de los motivos de consulta en determinadas épocas del año.

La escala ReSVinet es la más extensamente validada y la única usada por progenitores, pues todas las demás están dirigidas a profesionales sanitarios. "Con un método de medida común, podemos conseguir una mayor implicación de los tutores en el manejo de la enfermedad, y los facultativos podrán disponer de un registro domiciliario que facilitase la monitorización del niño y evaluase la respuesta al tratamiento -explica Federico Martinón-. La implantación de una escala así no solo es beneficiosa para el día a día de la atención clínica por los motivos anteriores, sino también en investigación médica y, más concretamente, en ensayos clínicos".