Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Primer descenso de las tarifas de la AP-53 desde su apertura

Acega plantea a Fomento una rebaja de 5 a 10 céntimos en todos los tramos de la autopista

Puede optar al recorte porque en este mismo año termina el acuerdo para aplicar tasas por encima de la media y así compensar sobrecostes -La decisión, si se autoriza, no implicará una merma en los salarios de la plantilla

Peaje de la autopista en la salida de A Bandeira. // Bernabé/Javier Lalín

El año que viene puede ser histórico para la AP-53, de confirmarse la bajada de tarifas que propone la concesionaria. En 2018 los peajes subirán en torno al 1,91%, que es el margen que maneja el Ministerio de Fomento atendiendo al Indice de Precios de Consumo (IPC) y al volumen de tráfico que se constata en las vías de alta capacidad. Sin embargo la concesionaria de la AP-53, la sociedad Autopista Central Gallega (Acega), acaba de remitir a Madrid una propuesta para rebajar sus tasas de 5 a 10 céntimos, en todos los tramos de los 56 kilómetros -aunque, en realidad, la vía de pago remata en Lalín, en el kilómetro 50-. La firma aguarda recibir la respuesta del gobierno durante la próxima semana, para así poder repartir entre sus clientes los folletos con los nuevos precios.

La propuesta de Acega sorprende a los usuarios, resignados a pagar 5,95 euros por un viaje de apenas 20 minutos entre Lalín y la capital gallega, pero también a la propia plantilla, que esperaba sino una subida, al menos una congelación de los precios. Ésta ya se había aplicado, en parte, en años anteriores, ya que se subían determinados tramos en función de ese porcentaje que permite Fomento. Así, por ejemplo, en el presente ejercicio el tramo entre Santiago y Silleda subió 5 céntimos para los vehículos ligeros, justo la cuantía que había bajado en 2016. De igual modo, se incrementó en 5 céntimos la tasa para los vehículos de mayor tonelaje que circulaban entre Silleda y Lalín. Los incrementos en uno u otro tramo dependen del porcentaje que se aplique a cada zona, de modo que se tiende a subir si ese porcentaje se encuentra por encima del número cinco, mientras que se congela si se mantiene por debajo, para redondear. En cualquier caso, también hay que apuntar que esa subida entre Santiago y Silleda afectó justo al tramo más usado por los dezanos, que optaban por salir en este punto, en lugar de en Lalín, para ahorrarse 2,45 euros.

La proposición de rebajar las tarifas será la primera que se aplica en la AP-53 desde su puesta en marcha, en 2002. Y la idea no se debe a su volumen de tráfico que, lejos de descender, rozó por primera vez los 8.000 vehículos diarios en agosto de este año y se mantuvo todo el verano por encima de los 7.000. Así, se echa mano de la posibilidad de bajar las tarifas porque en este 2017 termina un pacto entre el ministerio y la concesionaria mediante el que se le permitía a ésta aplicar una subida por encima del IPC para compensar los sobrecostes que se realizaron en obras. En todo caso, ese descenso de 5 a 10 céntimos no va a interferir de forma negativa en los salarios de la plantilla -que lleva años con el sueldo congelado-, pero la adjudicataria tampoco estudia incorporar a más trabajadores para atender los puestos de peaje de Ribadulla, A Bandeira y Silleda, que están funcionando desde mediados de 2013 sin personal. En este sentido, años atrás desde organizaciones sindicales como la CIG se hizo hincapié, sin éxito, en la necesidad de contar con empleados en estos puestos para atender a personas con diversidad funcional. Tampoco, durante los años en que se incrementaron las tarifas, se atendieron propuestas que paliasen la decisión de no incrementar los salarios, como la posibilidad de conceder ayudas económicas a todo el personal para que pudiese afrontar de forma más desahogada los gastos en la compra de libros y de material escolar cuando sus hijos comenzaban el curso.

Compartir el artículo

stats