El Museo Municipal de Ourense acoge la exposición titulada Laxeiro sobre papel, compuesta por un fondo de 48 obras. La muestra se centra en los períodos de su juventud. Incluye obras de los años veinte, treinta y cuarenta, principalmente, con algunas piezas que datan de los años cincuenta.

En esta secuencia temporal, se puede apreciar la evolución del artista, desde el dibujo de línea limpia -en la que se evidencia la influencia del dibujo modernista que tanto empleaba Castelao- hasta lo que se denominó "estética granítica", una forma de pintar y dibujar ya propia de este grupo, una vez liberado de la influencia del modernismo, para rematar en dibujos, ya de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, muy en consonancia con el expresionismo.

La muestra incluye dos curiosos dibujos, pertenecientes al período de formación del artista en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, en 1931 y 1932. Se trata de dos estudios anatómicos, una femenino y otro masculino, en los que mezcla el tratamiento de volúmenes con la distribución parcial de partes óseas. Ambos dibujos son documentos de extraordinaria relevancia para que los visitantes puedan aproximarse al Laxeiro aprendiz, a pesar de que en estos años ya tenía una estética propia bien definida, como demuestran obras como Carnavalada de 1931, que pertenece a la Colección permanente de la Fundación Laxeiro/Concello de Vigo, uno de los primeros cuadros expresionistas del arte gallego.

Los visitantes podrán ver otras curiosidades, como un niño descalzo de 1931, una hermosa pieza que está a medio camino entre el estudio académico y el retrato costumbrista, evidenciando ya una singular mirada del artista lalinense.

Llaman la atención, por lo atípico de la temática, algunas piezas de carácter urbano, como es el caso de Guindastre en el puerto de Vigo, Paisaje industrial, Paisaje urbano con depósito de agua y Edificio derrumbado, todas datadas en torno al año 1941, año en el que José Otero Abeledo se instala en la ciudad de Vigo. Este pequeño conjunto de dibujos alejados de la temática rural tan frecuente en la obra de Laxeiro, además de hablar de un artista que pinta todo lo que ve a su alrededor, con una mirada abierta, deja testimonio de los pocos paisajes sin figuras pintadas por el artista.