Hace un año en gobierno de Lalín comunicaba que el Gobierno central había desestimado su propuesta de declaración de la Feira do Cocido como Fiesta de Interés Turístico Internacional (FITI) y la presentación de una alegación ante la Secretaría de Estado de Turismo para que reconsiderase su postura. Doce meses después el departamento ministerial no respondió a esta reclamación y el ejecutivo municipal es consciente de que la catalogación internacional del evento gastronómico no llegará para la 50ª edición, del 4 de febrero de 2018.

La nueva distinción del Cocido había sido trabajada por el anterior grupo de gobierno, preparando un amplio expediente justificativo con el que Turismo debía apoyar su solicitud, pero no fue así. El cuatripartito recuperó esa documentación y, además de contar con el preceptivo acuerdo plenario y el respaldo de la Xunta, a través de Turismo de Galicia, volvió a llamar a la puerta de la administración central en busca de un objetivo que contribuiría a dar más dimensión a una cita ya catalogada en 2010 como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Entre otros requisitos para que una fiesta sea de interés turístico internacional debe haber tendido presencia en el extranjero y el Cocido fue divulgado con distintos actos oficiales en Venezuela, Argentina, El Vaticano, dos ciudades de Alemania, Andorra o Portugal. De la decena de argumentos necesarios y presentados ante la Secretaría de Estado de Turismo, este organismo echó abajo hasta seis, algo que no fue entendido en Lalín, en un asunto en el que no hubo lugar para la disputa política y gobierno y oposición fueron en cierta medida de la mano, como también la Xunta estuvo al lado de la institución local y de su reconocida celebración, que, encara sus bodas de oro sin un reconocimiento esperado. En caso de lograrlo, sería la primera fiesta gastronómica española en poseer tal distinción. Pero todo parece que no será así, pese al empeño realizado desde hace ya muchos años.