Los concellos de Deza y Tabeirós rebajaron un 19% su inversión real durante el año pasado, el primero completo del actual mandato. Los 9,7 millones habilitados están muy lejos de los 12,1 de las cuentas del ejercicio anterior; datos que en ambos casos corresponden no a las previsiones presupuestarias, sino ya a los de la liquidación de los mismos.
La caída de las inversiones es común en la mayor parte de las administraciones locales de la zona, a excepción de Silleda, Vila de Cruces, Agolada y Dozón, que el año pasado destinaron más recursos que doce meses antes. No obstante, el ayuntamiento agoladense no fue capaz de cumplir la estabilidad de sus cuentas y gastó más dinero del que ingresó; en concreto, 483.500 euros más de los 2,3 millones que manejó en todas sus transferencias. Vila de Cruces es el otro caso de más gasto que ingreso al mover 4 millones y 4,5 respectivamente. El resto de los gobiernos municipales trabajó con unas cuentas que arrojaron superávit. Pero volviendo al capítulo de la inversión real, Lalín se mantuvo como el concello más inversor al situarse en 2.757.637 euros, que a su vez son casi dos millones menos de los 4,7 que había invertido en 2015. En este capítulo Silleda destinó 1.225.402 euros, que son 157.000 más, mientras que Vila de Cruces incluso rebasó este montante al liquidar inversiones por importe de 1.313.335 euros e incrementar en casi 183.000 los fondos del ejercicio anterior.
La mayor caída en inversión se detecta en el Concello de Rodeiro, pasando de casi 832.000 euros a los 278.000. La situación inversa se da en Agolada, donde este capítulo se incrementa desde los poco más de 271.000 hasta los 897.000 euros. En el caso de Dozón la liquidación del año pasado apunta a unas inversiones por 379.000 euros, que son 63.500 más.
En A Estrada las cifras caen de los 2.466.720 euros a los 1.814.847. En Forcarei sus 654.690 euros representan una caída de cerca de 187.000 y, finalmente, Cerdedo empleó 392.810, que son casi 93.000 menos.
Si dejamos a un lado las grandes cifras y atendemos a la repercusión de las inversiones en función de la dimensión de cada municipio, Agolada y A Estrada destacan por motivos diferentes. El dezano encabeza, con 357,8 euros, la inversión por habitante, mientras que la capital de Tabeirós aparece en la cola, con solo 86,8 euros. En Lalín son 137, Silleda (140), Vila de Cruces (241), Rodeiro (105), Dozón (342), Forcarei (220) y 145 es el promedio de Cerdedo.
Por otro lado, los nueve concellos de la zona dispusieron durante el año pasado hasta 19,1 millones para los servicios públicos básicos; casi uno menos que en 2015. En esta área se incluyen las cuatro políticas de gasto básicas: seguridad y movilidad ciudadana, vivienda y urbanismo, bienestar comunitario y medio ambiente. Lalín, con 7,2 millones es el que más destina, en A Estrada fueron 4,8 y en el otro extremo está Dozón, con poco más de 178.000 euros.
En lo que respecta a los gastos en bienes corrientes y servicios se constata un incremento de un millón respecto de los 19,1 de la anterior cuenta liquidada. El desglose es el siguiente: Lalín (6,1 millones), Silleda (2,5), Vila de Cruces (1,7), Rodeiro (920.480 euros), Agolada (871.780) y Dozón (361.000). El Concello de A Estrada necesitó 5,7 millones y los de Forcarei y Cerdedo; 1.069.839 y 765.268 euros respectivamente.
