El proyecto de reapertura de la mina de cobre en Touro y O Pino (la anterior etapa se cerró en 1986), que promueve la firma Cobre San Rafael SL recibió 1.500 alegaciones, que están a la espera de ser informadas. La Plataforma Mina Touro-O Pino NON está inmersa en una vorágine de actos para informar a la ciudadanía del tremendo impacto ambiental de esta actividad, que durará 16 años y medio. Hoy, el colectivo estará en la feria de Arzúa, y anteayer lo hizo en la de Touro.
-Cuentan con el apoyo explícito de la corporación de Vila de Cruces y de Lalín, donde usted explicó las consecuencias que traerá esta mina a cielo abierto. ¿Cuáles son los peligros a los que se enfrentan los municipios a este lado del Ulla?
-La anterior actividad minera ya contaminó dos riachuelos que desembocan en plena Rede Natura, en las Insuas de Remesquide, en Cruces. El cauce de uno de los riachuelos discurre cubierto de óxido y, de hecho, en las analíticas que enviamos a Madrid en los botes de muestra ya se contempla en el fondo la presencia de metal pesado. La actividad minera afectará a la población de trucha y salmón del Ulla, tal y como ocurrió con la antigua mina. Habrá problemas en las aguas pero también en el suelo: se producirán seis voladuras diarias, por la mañana, por la tarde y por la noche. En cada voladura se moverán 25.000 kilos de tierra, de modo que los movimientos sísmicos que causan estas voladuras se notarán hasta en Vila de Cruces. Hay casas a este lado del río que tienen brechas a raíz de la actividad en la antigua mina. Pero eso no es todo: hasta los propios trabajadores de esa etapa piden que no se reabra la explotación, porque saben de personas que murieron de cáncer con menos de 50 años. Las labores de esta mina, al afectar a las aguas del Ulla, se extenderán hasta la ría de Arousa, incidiendo en el cultivo del mejillón y también en la lamprea que se produce en Pontecesures. Pero es que, con las mareas, la contaminación puede bordear la costa y notarse hasta en la ría de Muros. Tengo que decir que la gente de la ría tiene un malestar tremendo y quiere movilizarse, venir aquí ya para reventar todo el proyecto.
-Sin embargo, el informe se limita a señalar que el cauce principal del Ulla "está potencialmente afectado" por la explotación. Eso sí, deja caer que las aguas del entorno de la actividad minera precisarían una dilución de más de 1.000 veces para que se iniciase la recuperación de las mismas para su potabilización, y que el proyecto se enmarca dentro de la Masa de Aguas Subterráneas del Ulla.
-Es que se trata de un estudio muy vago y que se intentó silenciar. Por ejemplo, en Touro el alcalde se sentaba con la empresa e informaba con mucho secretismo a algunos vecinos, con lo que no sé hasta qué punto no caería en un delito de prevaricación. El proyecto inicial señala que abarca 689 hectáreas, pero si consultas el mapa en la web de Atalaya Mining, se señala que la idea es ampliar la explotación hasta llegar a Aríns, ya en Santiago de Compostela. Basta con pensar que, si meten dos balsas, una de dos kilómetros de largo por 80 metros de alto y 800 de ancho, y otra de un kilómetro de largo por 55 metros de alto, mucho espacio no les queda por explotar. Si el proyecto se limitase a esas casi 700 hectáreas, las balsas serían mucho más pequeñas.
-¿Merece la pena un impacto que durará varias generaciones a cambio de la generación de puestos de empleo, como intenta vender la promotora?
-Es que ni siquiera van a generar muchos puestos de trabajo, porque los empleos cualificados, como ingenieros, ya se van a cubrir con expertos que traerá la propia empresa. El resto se limita a conductores de camiones de gran tamaño, y en este caso lo que suelen hacer este tipo de grandes firmas es cubrir los puestos a través de empresas de trabajo temporal, con sueldos inferiores a los 800 euros. la empresa se harta de decir que esto será un boom para Touro, cuando en realidad va a provocar la huida de vecinos para instalarse en Santiago.
-¿Cómo están respondiendo los políticos y la sociedad a su campaña informativa?
-Contamos con un apoyo tremendo. La única negativa que tenemos hasta ahora es la del alcalde de Touro, Ignacio Codesido, y del de O Pino, Manuel Taboada.
