Xosé Cuiña Crespo será objeto de un homenaje en Lalín el 16 de diciembre con motivo del décimo aniversario de su muerte. Entre los intervinientes en el acto figura el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices. En cambio, quien ha declinado tomar la palabra es el actual portavoz del PP de Lalín, José Crespo Iglesias, hijo político del homenajeado, a quien en su día sucedió al frente de la alcaldía. Sí hablará el vástago biológico y actual regidor lalinense, Rafael Cuiña Aparicio, quien, preguntado ayer por esta Redacción, se limitó a mostrar "máximo respeto por la decisión de todo el mundo".

El homenaje consistirá en una misa a las 18:00 horas en la iglesia parroquial de Lalín, a la que seguirá, a las 19:30, un acto en el Salón Teatro del Auditorio Municipal. Allí tendrán lugar los parlamentos y, según figura en el cartel del acto, además de Miguel Santalices y Rafael Cuiña, intervendrá José Ramón González López, expresidente de la patronal dezana y uno de los tres empresarios organizadores del reconocimiento al que fuera su amigo; los otros dos son Manuel Taboada y Román Pedreira.

La participación de Miguel A. Santalices Vieira no es casual, pues fue uno de los cinco diputados del PP de Ourense que en 2004 se encerraron en un piso, dentro del órdago con el que el entonces barón José Luis Baltar quiso amenazar la mayoría de Manuel Fraga tras la defenestración de Cuiña. Este nunca logró ver satisfecha su aspiración de convertirse en el sucesor del fundador de su partido, Manuel Fraga, de quien fue delfín durante muchos años, hasta que en enero de 2004 fue obligado a dimitir por la crisis del Prestige. El político de Lalín perdía una batalla interna en el gabinete de Fraga sobre cómo gestionar la catástrofe del petrolero, ya que él abanderaba la tesis de una mayor intervención desde Galicia frente al ejecutivo de José María Aznar.

Apartado del poder, Cuiña, que falleció a los 57 años de edad, se vio sumido en un ocaso en los círculos políticos, que quedó ratificado cuando en diciembre de 2005 no fue capaz de reunir los avales suficientes para dar la batalla por la sucesión de Fraga en el congreso en el que Alberto Núñez Feijóo se hizo con las riendas del partido. En ese momento, el político de Lalín se quedó solo e incluso Baltar, que había sido uno de sus máximos defensores, anunció su apoyo a Feijóo en el congreso de enero de 2006.

Además de su faceta política, Cuiña gestó junto a otros miembros de su familia un conglomerado de empresas, motivo por el cual los organizadores justifican el tributo del sábado 16. No obstante, la directiva de la Asociación de Empresarios de Deza (AED) declinó la propuesta de dos de sus socios de tomar parte activa en la organización de los actos de recuerdo a Cuiña Crespo, ya que en su junta se acordó "evitar suspicacias y posibles interpretaciones erróneas".