La situación que atraviesa Guerral no es, por desgracia, ajena a la comarca. La crisis y la tremenda competencia se llevó por delante, en los últimos 10 años, la carrera empresarial de muchas familias y centenares de puestos de empleo directos e indirectos. Montoto, Luis Alberto, Iván y Toypes son algunas de las víctimas de esa recesión económica de la que aún sobrevive Florentino, "que está en estado catatónico y con despidos cada poco tiempo", asegura el secretario comarcal de la CIG, Xabier Aboi.

La caída de ventas obligó a Guerral a cerrar ya la tienda que tenía en Santiago, de modo que quedan la de Lugo y Pamplona, a las que Aboi augura un futuro similar, apuntando que la empresa se limitará a tener "un outlet en la nave".

El año pasado, la firma planteaba la posibilidad de abrir una nueva tienda en Levante e incluso regresar al Reino Unido, a través de tiendas multimarca, un sistema que también empleó en otros países como Portugal, Francia o México. Guerral se fundó en la década de los años 60 de la mano del matrimonio Manuel Guerra y Amelia Lalín. Sus hijas son propietarias al 50%.